Los robots que realizan trabajos humanos deberían pagar impuestos. Decir que es, quizás un poco sorprendente, Bill Gates, intervino en el creciente debate sobre el aumento de robots en las fábricas, a expensas de los empleados humanos, que pierden sus puestos de trabajo. Un debate que involucra, en varios niveles, a muchos países del mundo: según algunas estimaciones, hay ocho millones de puestos de trabajo en riesgo por la automatización en Estados Unidos y hasta 15 millones en Gran Bretaña.
“En este momento –explicó Gates– si un trabajador humano gana $50.000 trabajando en una fábrica, sus ingresos están gravados. Si un robot hace el mismo trabajo, debe pagar impuestos al mismo nivel". De esta manera sería posible liberar a la mayor cantidad de personas posible para trabajos que solo los humanos pueden hacer, como enseñar y cuidar a los ancianos. El uso de robots “puede generar beneficios con ahorros en costes laborales”. Sería por tanto menos impuestos que los humanos.
“No creo que las empresas que producen robots -prosiguió el fundador de Microsoft- se enfadaran si se impusiera un impuesto”. En cualquier caso, con la tecnología actual, menos del 5% de las ocupaciones actuales podrían ser sustituidas mediante la automatización, proporción que sube, sin embargo, al 45% con el uso de otras tecnologías ya probadas. En riesgo, además, están sobre todo las ocupaciones menos remuneradas, con el riesgo de que se amplíe la brecha entre ricos y pobres.