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Francia, el centroizquierda elige al heredero de Hollande: el favorito es Valls

Se celebran hoy primarias en Francia para elegir al candidato de centroizquierda para las próximas elecciones presidenciales tras la retirada de Hollande – Todos los candidatos en la cancha

Francia, el centroizquierda elige al heredero de Hollande: el favorito es Valls

A poco menos de 100 días de las elecciones presidenciales (la primera vuelta es el 23 de abril), Francia aún no ha elegido a su candidato de centroizquierda, es decir, al que tendrá la ardua tarea de presentarse al Elíseo en señal de continuidad con la presidencia de Hollande, uno de los menos populares en la historia republicana francesa, tanto que por primera vez un presidente en ejercicio no se presentó a un segundo mandato (solo le sucedió a Pompidou, quien sin embargo murió durante su primer mandato en 1974).

Hollande se hizo a un lado, dejando espacio para los suyos. ex presidente del gobierno manuel valls, que en las primarias previstas para hoy (primera vuelta) y el domingo 29 de enero (boleta entre los dos mejores), desafía a otros seis exponentes del área socialista como gran favorito. Entre estos también varios exponentes del último gobierno, entre ellos el exministro de Economía Arnaud Montebourg, sustituido en 2014 por Emmanuel Macron (ahora él mismo candidato a la presidencia con una lista independiente) y ya en la carrera por las primarias de 2011, las que fueron las primeras en Francia abiertas a todos los ciudadanos y no solo a los militantes del partido. En ese momento había cinco candidatos (Valls también estaba entre ellos) y Hollande ganó con un 39% en la primera vuelta y luego superó a Martine Aubry en la segunda vuelta con un 56%.

Estas primarias también se habían construido sobre Hollande, en la medida de lo posible para evitar al presidente una campaña demasiado larga tras un mandato devastador, entre recesión económica y atentados terroristas: ahora, sin embargo, es el candidato socialista el único que falta en la un tablero de ajedrez ya bien asentado, con las primarias de centro-derecha poniendo en primer plano al ex primer ministro François Fillon en detrimento de Sarkozy y Juppé, con el candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, que muchas encuestas registran en fuerte crecimiento, con el outsider Emmanuel Macron, que con su movimiento En Marche! va ganando consenso en la zona moderada, y con lo que muchos ven ya en segunda vuelta, la líder del Frente Nacional Marine Le Pen, oliendo a hazañas tras el Brexit y Trump.

Votamos pues hoy, domingo 22 de enero, del 9 al 19, y se esperan hasta 3 millones de votantes en las urnas (muchos lo fueron en la edición de 2011): además de Valls y Montebourg, el resto de candidatos son exministros Benoît Hamon, Vincent Peillon y Sylvia Pinel (la única mujer en la carrera), el ecologista François de Rugy y Jean-Luc Bennahmias, entre los partidarios de la renta básica.

El favorito es obviamente Valls, que regresaba de un desafortunado episodio de protesta (el martes en Bretaña un joven lo agredió abofeteándolo) y que incluyó en su programa en particular: mantener el déficit por debajo del 3%, aumentar el gasto público en un 2,5% anual, cero intereses préstamos para quienes inician un negocio, exención fiscal de las horas extraordinarias, reducción a la mitad de la brecha salarial entre hombres y mujeres, establecimiento de una renta solidaria de 800 euros para todos los adultos franceses. En el frente europeo Valls confirma su rotundo no a la entrada de Turquía y propone, entre otras cosas, el establecimiento de un salario mínimo europeo, una fiscalidad más uniforme para las empresas, estableciendo un mínimo y un máximo a nivel continental, y sobre todo apretar a las multinacionales para que paguen impuestos en los países donde en realidad construyen su facturación. Al ex primer ministro también le gustaría reducir el número de parlamentarios, aumentar los salarios de los docentes y racionalizar el adiós a la energía nuclear, sin excluir el mantenimiento de algunas plantas.

Una vez pasadas las primarias, el ganador tendrá una tarea considerada prohibitiva a partir de ahora: según muchas encuestas, incluidas las más recientes, es poco probable que un socialista entre en la boleta presidencial del 7 de mayo. En cambio, es más probable que Fillon esté allí, aunque se reportó en declive en comparación con diciembre, cuando tras la victoria en las primarias de centroderecha se le atribuyó un 26-29% en la primera vuelta y, por lo tanto, se consideró que tenía un ventaja sobre Le Pen: ahora la situación se ha invertido, con el consenso cayó al 23-25% y el de Le Pen se consolidó en torno al 26% (en 2012 las encuestas pronosticaban que estaría entre el 19 y el 20%). Valls, el más acreditado del Partido Socialista, tiene que conformarse con una estimación en torno al 10%, mientras el fenómeno Macron crece cada vez más.

El exponente liberal, apasionado de la filosofía, exasesor de los Rothschild y ministro de Economía hasta el pasado verano (lea la entrevista con FIRSTonline del 30 de abril de 2015), ahora cuenta con una índice de aprobación de 17-19% en el peor de los casos, dado que según Le Monde, en caso de victoria de Montebourg o Hamon en las primarias de centro-izquierda, podría subir a más del 20% y por tanto estar casi en condiciones de soñar con la segunda vuelta. Por último, atención también al radical Melenchon, quien rechazó la confrontación en las primarias de centroizquierda al presentarse con una lista que podría alcanzar el 15% según las encuestas. Pues sí, más que Valls y cualquier otro posible candidato socialista.

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