La exposición, a través de 100 imágenes, placas originales y un video documental, cuenta la historia de un narrador del siglo XX de Piacenza e innovador del lenguaje fotográfico.
La exposición, comisariada por Donatella Ferrari, Roberto Dassoni, Maurizio Cavalloni, promovida por la Fundación de Piacenza y Vigevano, con el patrocinio del Municipio de Piacenza, en colaboración con el Museo de Fotografía y Comunicación Visual de Piacenza, presenta 100 fotografías, placas originales y un video documental, realizados por Gianni Croce en más de cuarenta años de trabajo, desde 1921, año en que abrió su estudio en Corso Vittorio Emanuele en Piacenza, hasta la primera mitad de los años sesenta.
Aunque adhiriéndose a la historia de su ciudad, las imágenes de Gianni Croce miran de cerca los experimentos italianos y europeos del siglo XX. En sus planos, Croce no devuelve la simple y directa crónica de la realidad, sino que utiliza los fondos urbanos como telón de fondo en el que representar la realidad y sus propias historias, interpretadas por los protagonistas de la vida social, ya sean aristócratas o gente humilde, haciendo pequeños pasiones, historias, memorias privadas y colectivas.
El itinerario expositivo se divide en siete secciones y abarca temas como la arquitectura, no plasmada en el mero dato constructivo, sino como experimentación sobre referencias a impresiones, atmósferas, abstracción de la realidad. Las principales obras arquitectónicas construidas en Piacenza entre las dos guerras como el Liceo Gioia de Mario Bacciocchi, el Liceo Scientifico de Luigi Moretti, la Galleria Ricci Oddi nunca fueron retomadas en su totalidad; la atención es más bien por los juegos arquitectónicos o, en otros casos, como en la cripta de la Catedral o en el refectorio del Colegio Alberoni, por la limpieza metafísica que recuerda una ordenada serie de columnas.
Y de nuevo los retratos, datables entre los años veinte y treinta del siglo pasado en los que, sobre el fondo creado por la ciudad, posa y hace actuar a personajes reales, con su precisa función social. Croce no busca la realidad, sino una interpretación personal, casi como si los protagonistas de sus fotografías fueran testigos de una época casi idílica donde la belleza representa un gran valor. No es casualidad que Croce interviniera directamente sobre las planchas con el lápiz para disimular las arrugas de los rostros y convertirlos en atemporales y sin alma, dejando la tarea de identificar la época únicamente a la ropa.
Particularmente interesantes y curiosas son las secciones dedicadas al sábado fascista, o más bien a las demostraciones gimnásticas del Ventennio, donde las poses 'olímpicas' de los muchachos sirvieron al régimen para hacer memorable el acto político, o también el de la Ciudad Invisible, con atisbos desprovistos de figuras humanas y con fuertes contrastes de luces y sombras, o Minimi sguardi, que narra la historia de la recuperación civil y económica de los años 50 y 60.
La exposición se acompaña de videoinstalaciones y un documental sobre la figura humana y profesional de Croce realizado por el director Roberto Dassoni con entrevistas a Daniele Panciroli, Angela Madesani, Paolo Barbaro, Maurizio Cavalloni, William Xerra, Paolo Dalla Noce, Rossella Villani, entre otros. .
El catálogo, editado por el Archivo Fotográfico Croce de Maurizio Cavalloni, presenta textos de Donatella Ferrari y Daniele Panciroli.
Gianni Croce
Nacido en Lodi en 1896, tras estudios técnicos, entró como colaborador en el estudio de Giuseppe Marchi, conocido exponente de la fotografía liberty. En 1921 se trasladó a Piacenza donde abrió su propio estudio fotográfico y se especializó en retratos. En este período también comenzó su actividad como pintor, conociendo y frecuentando a otros artistas de Piacenza y vinculándose en particular con Bot, Ricchetti, Arrigoni, Cavaglieri. La actividad de su estudio continúa hasta 1976 pero continuará hasta 1980 para colaborar con sus sucesores Maurizio Cavalloni, ahora conservador del Archivo Croce, y Franco Pantaleoni.
