El plan de resolución de 3,6 millones desarrollado en Italia para el rescate de Banca Marche, Pop Etruria, Cassa di Chieti y CariFerrara es "caro para el sector bancario, sobre todo porque los cuatro bancos representan sólo el 1% de los activos del sector". Fitch lo escribe en una nota. Las aportaciones extraordinarias solicitadas a las entidades de crédito en el cuarto trimestre -añade- Fitch – agregará presión “a las débiles métricas de eficiencia del sector y comprimirá los ya modestos índices de rentabilidad”.
"No está claro si este enfoque de resolución se puede extender a otros bancos", añade la agencia de calificación, y señala que "si esto sucede el sector debería hacer frente a nuevas contribuciones extraordinarias para el fondo y, para los bancos más grandes, el enfoque resultaría demasiado costoso”.
Excluyendo los cuatro bancos en el rescate, 10 bancos italianos están en administración extraordinaria. Siete de ellas son cooperativas y las autoridades pueden favorecer la liquidación dado su pequeño tamaño. Los cuatro bancos rescatados entraron en administración entre mayo de 2013 y febrero de 2015 y no se dispone de información financiera reciente. Fitch cree que los bancos son insolventes y la calidad de los activos es mala. Después de la recapitalización, surgieron cuatro bancos “buenos” y todas las deudas incobrables se transfirieron a un banco malo.
Los fondos necesarios para el rescate son parte de la directiva europea Brrd para la gestión de crisis bancarias, pero se solicitará a los bancos italianos una contribución extraordinaria en el cuarto trimestre de 2015. Intesa Sanpaolo, Unicredit y Ubi Banca han anunciado contribuciones extraordinarias al fondo, además de las contribuciones ordinarias ya pagadas este año. La contribución total será igual al 10% de las ganancias antes de impuestos de los nueve meses hasta el final de septiembre de 2015 para Intesa y Unicredit y el 25% para Ubi Banca.
