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Las exportaciones, al menos en esta UE e Italia van bien

Mientras los mercados siguen atacando a la Unión Europea y su moneda, al menos en el terreno de las exportaciones los datos de Eurostat no son negativos. La vieja Europa sigue adelante y tiene una balanza comercial positiva. E Italia está entre los países mejor colocados en esta clasificación especial.

Las exportaciones, al menos en esta UE e Italia van bien
Los datos publicados la semana pasada por Eurostat sobre la evolución de las exportaciones de la Unión Europea en los primeros 5 meses de 2012 nos hacen respirar aliviados: al menos en este sector las cosas para el viejo continente no van tan mal, y para Italia los datos son aún más reconfortantes.
En primer lugar los datos generales: en el periodo enero-mayo de 2012 el superávit de la balanza comercial de la UE mejoró respecto al mismo periodo de 2011. La contracción generalizada del consumo interno (y por tanto la caída de las importaciones) y el debilitamiento del euro contribuyeron a este balance positivo. Entre los países que más han incrementado sus exportaciones se encuentran Holanda (+7%), seguido de Alemania e Italia (+4%) y Francia (+3%). Los mayores exportadores de la UE son Alemania (454,8 211,6 millones de euros en el período considerado), los Países Bajos (185 160,8 millones, aunque también debido a la presencia en los Países Bajos de muchas participaciones de NV y BV de otros países de la UE), Francia (153,3 147,8 millones), Italia (74,7 millones), Reino Unido (20,4 millones) y Bélgica (80 millones). Alemania y los Países Bajos también se encuentran en la parte superior de la clasificación de países que cuentan con un importante superávit en la balanza comercial (18,2 y 2,6 mil millones de euros, respectivamente). En un año, Italia redujo un 25,5% su déficit de este saldo, que pasó de 5 millones. a 2011 millones. €, a pesar del mayor coste (en euros) de la factura energética. En esta cifra influyó el importante superávit de balance de productos no energéticos (+36,1 millones de €, triplicado respecto a los 60,9 meses de 5). Francia y el Reino Unido, por otro lado, todavía tienen un fuerte déficit en la balanza comercial (-2011 y -43,8 mil millones € respectivamente); en particular, el déficit británico empeoró significativamente en comparación con los primeros 60,9 meses de XNUMX (de XNUMX a XNUMX millones de €). Y pensar que estos son los dos únicos países, entre los mencionados, en teoría casi autosuficientes desde el punto de vista energético.
Viniendo a Italia, al menos en este campo, los datos son un buen augurio para un regreso a la recuperación en un futuro no muy lejano. Estos datos confirman lo ya escrito en el Informe ICE de julio pasado (para cuyo comentario nos referimos en el artículo “Informe ICE 2011-2012: perspectivas actuales y futuras de la economía italiana ", mientras que la documentación se encuentra publicada en la sección "documentos" del Servicio de Exportación, Estudios de Actualidad y Entrevistas). Es que en nuestro país, a pesar de todo, incluso a pesar de los recortes en los incentivos a la exportación, las exportaciones son el único motor de la economía; que nuestras empresas, incluso nuestras pymes, logren más que otras explotar el flujo de compras de los países emergentes, sustituyéndolo por el estancado procedente del interior de la Unión Europea; y además, que nuestras empresas hayan sabido explotar al máximo su papel como subproveedores de las grandes empresas alemanas orientadas a la exportación, particularmente en el sector de la mecánica industrial.
Concluimos con una cita del Informe ICE, que parece englobar el aporte que puede hacer el gobierno para actuar sobre esta palanca:
"Es necesario un mayor esfuerzo, que no puede desligarse de un programa nacional de

política de desarrollo. Partiendo de las fortalezas existentes (mecánica instrumental,
segmentos calificados de Made in Italy, alimentación, servicios de arquitectura e ingeniería, etc.),
es necesario un trabajo de consolidación y diversificación de la estructura económica, de
redefinición de la posición italiana en la nueva "división internacional del trabajo",
formado por las redes de producción global, en direcciones más consistentes con las tendencias del escenario
y con potencial de negocio.
No se trata de volver a las ilusiones dirigistas del pasado remoto, pero hace falta uno
punto de vista compartido de las perspectivas de inversión y debe utilizarse de forma coherente e
concentrar las herramientas disponibles. Esto implica, entre otras cosas, la convergencia entre diferentes políticas.
Ya hace tiempo que es evidente, también en la atribución de competencias ministeriales, que la
Las políticas de apoyo a la internacionalización de las empresas son parte integral de
políticas industriales. Su dimensión innovadora necesita ser mejorada: i
cambios organizativos necesarios para que las empresas tengan acceso y éxito en los mercados
los países extranjeros deben ser considerados (y facilitados) como innovaciones tecnológicas”.

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