El viernes 14 de diciembre, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro (con el apoyo de los líderes políticos de los Estados que aún no han adoptado el euro) dieron la luz verde a la minireforma de la unión económica y monetaria.
Las novedades son esencialmente dos. El primero se refiere al papel del fondo de rescate como eje del 'backstop' para la resolución bancaria y la gestión de crisis financieras (incluyendo procedimientos simplificados para cláusulas de acción colectiva para facilitar posibles reestructuraciones de deuda soberana).
El segundo se refiere al presupuesto de la Eurozona. La declaración final acoge todos los elementos discutidos y acordados por los ministros de Finanzas del Eurogrupo, sin embargo, no establece explícitamente que continuarán las discusiones entre gobiernos sobre la función de estabilización económica del presupuesto de la Eurozona para hacer frente a choques inesperados, limitándose a indicándolo como una herramienta al servicio de la competitividad y la convergencia entre las economías de la eurozona. La división entre los gobiernos sobre esto sigue siendo profunda..