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Euro 2016, Italia pierde y piensa en España

Italia B decepcionó y en el minuto 85 encajó el gol de la derrota ante Irlanda - No fue suficiente el susto de Insigne - Conte: “Fue un partido físico y duro en un campo casi impracticable: pasemos página y pensemos en España ”, que los azzurri se enfrentarán el lunes en los octavos de final de la Eurocopa

Euro 2016, Italia pierde y piensa en España

Paso atrás azul. En el resultado (pero que, en definitiva, contó poco), en el juego (que en cambio tuvo un peso considerable) y sobre todo en el valor del grupo. Sí, porque la nota más discordante de la derrota ante Irlanda es precisamente la falta de respuesta de las llamadas segundas líneas, incapaces de aprovechar la oportunidad y artífices del peor partido de nuestra Eurocopa.

Hay que decir que los rivales tenían más motivación que nosotros (con esta victoria se clasificaron para los octavos de final como terceros de grupo) y eso, más allá de las declaraciones de fachada, siempre tiene su peso, pero esperábamos más de esos muchachos, ¿verdad? desde el inicio Aquí poco empleado por Conte, en teoría dispuesto a todo para ganarse una camiseta de titular.

“Poco tengo que reprocharles – glosó el técnico en la rueda de prensa. – Ha sido un partido muy físico y duro en un campo casi impracticable, dicho sea de paso, tenía las respuestas que buscaba. Lo único que lamento es que lo perdimos cuando creíamos que lo teníamos, ahora pasemos página y pensemos en España. Mirando el marcador hay un desequilibrio loco entre los equipos que están por la derecha y por la izquierda, pero hay un reglamento y hay que respetarlo”.

Es poco probable que Conte pueda estar realmente satisfecho con el rendimiento de su equipo, por otro lado, la rotación masiva no ha ayudado a la inclusión de muchos jugadores que no están acostumbrados a estos niveles y, por lo tanto, ya tienen dificultades independientemente. Respecto al partido contra Suecia, el técnico realizó 8 cambios, a excepción de los intocables Barzagli y Bonucci (este último avisó) y el todoterreno Florenzi, ayer desplegado como centrocampista.

Así se escenificó Italia 2 sobre el mal césped de Lille, una apuesta demasiado grande (aunque sobradamente justificada) incluso en presencia de una Irlanda que era todo menos trascendental. El resultado fue un partido feo y sarnoso, con muchos errores técnicos individuales y pocas, muy pocas emociones, por ambos lados.

En la primera mitad fueron los 'verdes' de O'Neill los que crearon los mayores peligros, con Sirigu bueno bloqueando el cabezazo de Murphy tras ver el tiro de Hendrick rozando la escuadra. ¿Italia? Todo en un remate de derecha de Immobile, así como en una fase defensiva sentida e inferior a las anteriores. Por otro lado, Buffon, Chiellini y De Rossi no se delatan fácilmente, especialmente si Bernardeschi y Sturaro no son ni remotamente comparables con Candreva y Giaccarini.

En la segunda mitad el guión se mantuvo igual, luego, en el minuto 75, hubo un susto que pudo haberlo hecho mucho más intrigante. Efectivamente, la entrada de Insigne aportó olfato y velocidad a una fase ofensiva hasta entonces insuficiente, demostrando que el napolitano tiene remates y cualidades como pocos (si no ninguno) en la plantilla.

Lástima que su derechazo pegó en el poste, de lo contrario probablemente estaríamos hablando de una nueva victoria azul, además de la posibilidad de verlo de titular ante España. En cambio tenemos que comentar un escenario contrario, porque en el minuto 85 Brady le quitó tiempo a Bonucci y Sirigu llevando a Irlanda a los octavos de final y dejando a nuestro equipo con mal sabor de boca.

La primera derrota, sin embargo, sigue siendo indolora: de hecho, con España volveremos a ver una Italia típica, además de la actitud de desvalido que tanto nos gusta. “Te dejo estas cosas a ti, eres bueno juzgando” el comentario picado de Conte hacia la prensa, como si fuera una herejía considerar a las Furias Rojas superiores a nosotros.

Pero la fuerza de este grupo reside precisamente en el alma combativa de su entrenador, mucho más a gusto en medio de las tormentas que en los mares tranquilos de los elogios. Para asegurarte de que el cuarto milagro tenga éxito (de eso se trataría) necesitas encontrar inmediatamente los ojos del tigre, así como cruzar los dedos y esperar que todo vuelva a salir bien.

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