La locomotora de Beijing está en Washington. En agosto, las exportaciones chinas crecieron un 7,2 % con respecto al año anterior, muy por encima del 5,1 % de julio y una contracción del 3,1 % en junio. Todo gracias al progresivo fortalecimiento de la demanda en Estados Unidos y otros mercados importantes.
Los envíos a Estados crecieron un 6,1% en un año, 8 décimas más que en julio. Las ventas a 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, incluidos Indonesia, Malasia, Tailandia y Singapur, aumentaron un 30,8 %.
“La demanda del exterior es más alta de lo esperado – dijo Ma Xiaoping, economista de HSBC especializado en China – En los próximos meses veremos un nuevo impulso fuerte a las exportaciones. Los datos que vienen de América –empleo y ventas minoristas– están mejorando”.
La economía local de Beijing, con su sector de infraestructura en auge, la inversión en bienes raíces y un mercado automotriz boyante, había mantenido un apetito considerable por las materias primas importadas. Las compras de mineral de hierro están por debajo del récord de julio, pero siguen aumentando un 10,5 % en el año. El cobre y el petróleo crudo siguen una tendencia similar.
