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Ernst & Young: leve recesión en Europa en 2012 y bajo crecimiento hasta 2016

El informe prevé un débil crecimiento en Europa a partir de 2013, de apenas un 0,4%, mientras que en 2014 la producción se expandirá un 1,7% – En 2015 y 2016 el equipo de economistas liderado por Baldwin prevé un ritmo de crecimiento que no supere el 2,1%.

Ernst & Young: leve recesión en Europa en 2012 y bajo crecimiento hasta 2016

A pesar del resultado de las elecciones en Grecia, la victoria de Hollande en Francia, la petición de ayuda oficial al Gobierno español y la apertura mostrada por el Consejo Europeo a finales de junio, “persiste la incertidumbre sobre el futuro de la eurozona. En consecuencia, la volatilidad de los mercados financieros es superior a la de principios de año, al igual que los rendimientos de los bonos periféricos, mientras que las acciones bancarias se mantienen en niveles deprimidos”.

Es el retrato conciso pero fiel de la situación financiera europea, presentado por el economista de Ernst & Young, Andy Baldwin, en el panorama de los servicios financieros.

Un boletín que prevé, para el Viejo Continente, crecimiento asfixiado, a partir del próximo año, de apenas 0,4%, mientras que en 2014 el producto europeo se expandirá1,7%. No hay rebote, por tanto, sino una recuperación cada vez más parecida a la "recuperación sin empleo" estadounidense, si se piensa que para 2015 y 2016, el equipo de economistas liderado por Baldwin pronostica una tasa de crecimiento que no supere el 2,1%.

Para el 2012, por otro lado, el desempeño relativamente bueno de algunos países durante el primer trimestre aplanó la perspectiva recesiva en un - 0,6% lo que oculta el claro empeoramiento del clima a partir de abril, al reabsorberse el efecto tachipirina de la Ltro de Draghi.

Es sobre todo el sector bancario el que paga el precio, y sabemos dónde: en países con alto desempleo, las deudas incobrables pesan cada vez más entre los activos bancarios. El caso español habla por sí solo, y el colapso total del sector se evitó por la política expansiva del BCE, suficiente para evitar una contracción total del crédito, así como por la oportunidad del Gobierno de Madrid en pedir un rescate europeo. En julio debería empezar el primer tramo de 30 millones, que gracias a los acuerdos de finales de junio no pesará sobre la deuda pública española.

Pero el sector financiero europeo aún necesita un profundo proceso de regeneración, que inevitablemente reducirá el crédito a la economía real a medio plazo.

En definitiva, los riesgos a la baja se mantienen, y con ellos los movimientos de política monetaria solo pueden permanecer anclados a tipos de interés cercanos a cero durante dos o tres años más.

En cuanto a la sector bancario, Ernst & Young espera que los bancos de la eurozona reduzcan sus balances a 1600 mil millones en el 2012, tras la enajenación de activos complementarios y la reducción de la financiación.

Las rebajas de calificación por parte de las agencias de calificación también seguirán afectando, y los bancos pueden responder haciéndolo. menor dependencia de los mercados mayoristas favoreciendo al sector minorista, acelerando la competencia entre grupos para atraer depósitos de los cuentahabientes.

I créditos morosos, por su parte, podría aumentar de 5,6% del año pasado al posible 6,5% en 2013: España sería el país que más se desvía de la media, con un porcentaje de morosidad igual a 9% del total.

En cuanto a la industria corporativo, los préstamos no volverán a los niveles anteriores a la crisis antes de 2015, lo que reducirá la inversión. Los préstamos al sector, en 2012, disminuirán un 4,8%.

Dentro seguro, el ingreso operativo neto, en promedio, puede no volver a los niveles previos a la crisis antes de 2015 "gracias a una combinación de tasas de interés bajas, bajos rendimientos de la inversión, alto costo de cobertura, volúmenes de negocios débiles y mayores requisitos de capital".

El crecimiento de las primas (sector de vida excluido) no debería superar el 3% en los próximos 5 años. Esto empujará a las empresas del sector hacia políticas de control de costes más cuidadosas, introduciendo nuevos procesos y mejorando la eficiencia.

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