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Energía, Terna inaugura la línea eléctrica italo-francesa: "Nos convertiremos en exportadores"

Se ha inaugurado en Piossasco, en Piamonte, la obra para construir el cable subterráneo de corriente continua más largo del mundo, que aumentará el intercambio energético entre los dos países: el final de las obras (que en el lado francés comenzarán recién en 6 meses) se espera en 2019 y permitirá a Italia optimizar las energías renovables y la exportación.

Energía, Terna inaugura la línea eléctrica italo-francesa: "Nos convertiremos en exportadores"

Casi 200 km de cable subterráneo, con tecnología de corriente continua de última generación, que conectará Italia y Francia sin el menor impacto medioambiental y paisajístico pero con impactos más que positivos en el mercado energético: la innovadora infraestructura que con el tiempo hará posible ahorrar en el costo de la electricidad y que finalmente hará de Italia un exportador de energía y no solo un importador, es el resultado de la colaboración entre Terna y el Rte francés, con la participación virtuosa de los organismos públicos locales y el co- financiación de la Comisión Europea.

Precisamente en el eje del territorio que aún ve disputadas y de hecho detenidas las obras de construcción del tren de alta velocidad, el corredor eléctrico entre los dos países ya se ha iniciado y se convertirá en 2019 en el año de la finalización prevista de la obras, la conexión subterránea e invisible más larga del mundo, convirtiendo a los dos países divididos por los Alpes en sus respectivos primeros socios en el intercambio energético.

"Pero debe haber tomado 12 años hacerlo", recuerda Dominique Maillard, presidente de Transalpine Reseau de Transport d'Electricité. Pero los beneficios son mucho más que las sombras detectadas por el socio francés durante la inauguración de Piossasco, un pequeño pueblo de la provincia de Turín donde se puede decir que todo empezó, ya que gracias a su ciudadano más célebre, Alessandro Cruto , aquí mismo se utilizó por primera vez la bombilla de luz eléctrica incandescente el 16 de mayo de 1883.

Exactamente 130 años después, un cable invisible que parte de Grand'Ile, en Saboya, y a través de un largo viaje escondido entre carreteras, puentes y túneles (incluidos los 13 km del túnel de Frejus) llega al Piamonte, garantizará la sostenibilidad ecológica, el ahorro energético y creación de empleo, con vistas a un mercado único europeo de la energía que ve como un paso importante la colaboración entre Italia y Francia, ya sancionada en la época de la presidencia de Prodi y Sarkozy con los acuerdos bilaterales de Niza en 2007.

Todo gracias sobre todo a una fuerte inversión de Terna, una empresa en plena salud que en 2012 facturó más de 1,8 millones de euros con un beneficio de 464 millones, como subrayó en el "corte de cinta" el director general Flavio Cattaneo: "Desde su nacimiento (en 2004, ed) Terna ha realizado inversiones por 8 mil millones, de los cuales 1,5 mil millones sólo en 2013, y con otros 7,9 mil millones ya asignados para los próximos diez años”. Inversiones, como la línea eléctrica italo-francesa denominada "Piamonte-Saboya", que permitirán al país ser cada vez más exportador y cada vez menos importador a lo largo de los años, como reconoce el propio Maillard: "La nueva infraestructura hará posible optimizar las energías renovables, en las que Italia va por delante, sobre todo gracias a la fotovoltaica”.

Energía que, por tanto, puede venderse a Francia, especialmente en invierno, cuando el país transalpino no siempre es capaz de satisfacer su demanda interna. Además, el mismo presidente de la empresa francesa de transporte eléctrico nos recuerda que, por una vez, se puede decir que es Italia la que más ha invertido y está más adelantada en las obras: "Mientras hoy en Piossasco se está arrancando, en Francia solo vamos a empezar en 6 meses”.

Motivo de orgullo, pero no solo. El ministro de Desarrollo Económico, Flavio Zanonato, también recuerda los beneficios en términos económicos para la población: “A pleno rendimiento con la obra, que llevará la capacidad de transporte de la red entre los dos países de los actuales 2.650 megavatios a más de 4.400 megavatios , se ahorrarán 150 millones de euros de energía al año: solo unos pocos euros para cada usuario individual, pero eso nunca está de más en estos días, y sin contar el impacto positivo que tendrá la nueva obra en el medio ambiente y en el mercado laboral”.

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