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Enel-Terna, la Autoridad hablará después del Gobierno

Hoy en el Ministerio de Desarrollo Económico se llevó a cabo la reunión entre las partes y el Subsecretario Saglia. Pero sigue siendo de pared a pared.

Dentro de esta semana, o en los primeros días de la próxima, la Autoridad de Energía dará su opinión sobre la disputa entre Enel y Terna, las dos empresas energéticas italianas que cotizan en bolsa. Hasta entonces, Guido Bortoni, presidente de la Autoridad, no se pronunciará sobre el caso por respeto al debate parlamentario. “Lo estamos discutiendo y evaluando cómo intervenir -subrayó Bortoni- la Autoridad de Energía es competente”.
Tras el veredicto de las comisiones, que fue desfavorable a Terna, la pelota pasa al Gobierno, que en breve deberá dictar el decreto para la puesta en marcha del Tercer Paquete Energético de la UE. El Ejecutivo deberá decidir si permite que Terna invierta en sistemas de producción y acumulación de electricidad, teniendo en cuenta también la modificación de la concesión aprobada en diciembre pasado.
En tanto, esta mañana se reunieron en el Ministerio de Desarrollo Económico las delegaciones de las dos empresas. El subsecretario Stefano Saglia asumió el papel de mediador. Los presidentes de las empresas, Fulvio Conti y Flavio Cattaneo, no estuvieron presentes en la reunión. Como era de esperar, fue una reunión intermedia. Las dos partes reafirmaron sus posiciones al subsecretario, sin retroceder ni un centímetro. Para ver más claro habrá que esperar al próximo Consejo de Ministros.
Enel, junto con Assoelettrica y las demás empresas manufactureras, sigue acusando a Terna de querer invadir el campo de la generación con la construcción de centrales hidroeléctricas de bombeo y acumuladores. Por su parte, Terna hace saber que "no producirá ni venderá energía eléctrica", sin embargo "la concesión actualizada a diciembre de 2010 permite la construcción de plantas para servicios de red, es decir, plantas para la acumulación de energía eléctrica (baterías y bombeo) que sirven para mejorar la seguridad y la estabilidad del sistema eléctrico italiano y para reducir los precios de la energía. Cuando estén en pleno funcionamiento, estas plantas permitirán a empresas y hogares ahorrar más de mil millones de euros al año”.


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