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Elecciones regionales, Petruccioli explica lo que realmente nos dice el voto de la derecha, del M5S y del tercer polo y del Partido Demócrata

Si no hay posibilidad de ganar, la gente no va a votar a menos que tema una debacle de su propio partido - Lega y Forza Italia han evitado la canibalización de Meloni - M5S y Terza polo no han pedido voto para gobernar - Il Pd no tenía fuerza unificadora ni liderazgo

Elecciones regionales, Petruccioli explica lo que realmente nos dice el voto de la derecha, del M5S y del tercer polo y del Partido Demócrata

Claudio Petruccioli, ex parlamentario, ex presidente de Rai y ex mano derecha de Achille Occhetto en el Partido Democrático de Izquierda (PDS), comenta sobre La revista inteligente i resultados de las elecciones regionales en Lombardia y Lazio, proporcionando su propio análisis de la victoria del centro-derecha. qué parte – entre Hermanos de Italia, Lega y Forza Italia -¿Salió más fortalecido? ¿Quién logró llevar más votantes a las urnas? Y por otro lado, ¿cómo le fue a Partido Demócrata, Acción-Italia Viva y Movimento 5 Stelle?

Reeditamos las reflexiones de Claudio Petruccioli sobre La revista inteligente.

Pertenezco a la vieja escuela (en realidad muy vieja) según la cual para analizar el voto partimos de números absolutos; luego viene el resto, incluidos los porcentajes. En este caso, realmente, uno vale uno, cien es cien, y así sucesivamente. Sobre la base de este criterio simple y básico, he desarrollado una primera evaluación del voto a favor de la renovación del consejos regionales en Lombardía y Lazio del 12 y 13 de febrero.

No consideré todas las listas, las seleccioné. usted es más importante políticamente para mí: Hermanos de Italia, Lega, Forza Italia, Partido Democrático, 5Stelle, Italia Viva-Calenda. Junto con los votos obtenidos por estas listas, he contado los obtenidos por las listas de candidatos a la presidencia, todas políticamente bien caracterizadas; estas son las listas de Rocca y D'Amato para Lazio, las de Fontana, Majorino y Moratti en Lombardía. Tengo comparó los resultados con los del 25 de septiembre, como las conocidas elecciones generales para la renovación del Parlamento nacional.

La brevedad del intervalo entre las dos citas electorales, la actualidad en el panorama político nacional, la asimetría de la competencia que, incluso con motivo de las elecciones autonómicas, se enfrentó a una coalición que aglutinaba a todo el centro derecha (o derecha) -centro para los que prefieren ), vio un centro-izquierda dividida con poca o ninguna posibilidad de ganar; todo esto explica la muy baja participación electoral. Si lo piensas bien, solo los votantes que temían un fracaso degradante para la función política de su partido tenían una buena razón para ir a votar. Los números confirman esta hipótesis.

Durante los maratones televisivos he escuchado repetidamente que, dado el altísimo porcentaje de no votantes, convencionalmente el peso podría repartirse por igual entre todos. Al hacerlo, sin embargo, se pierde el único hecho significativo que estas elecciones ponen a disposición, a saber la reactividad del "núcleo duro", incluso "muy dura", ante el riesgo de derrumbe del propio partido.

De las tablas se puede ver que: FI y Liga evitaron la amenaza de ser canibalizado por la FdI, como bastantes en cambio habían predicho; tanto en Lazio como en Lombardía llevaron a las urnas el 25 de septiembre un porcentaje de votantes superior al alcanzado por su gran aliado. En Lombardía la Liga, con los votos de la lista Fontana alcanza el 97,2%, casi en plein; por lo que es el principal artífice del éxito de la coalición. En votos absolutos, la diferencia con la FdI que en septiembre rondaba los 750.000 votos, se redujo a unos 75.000. El sentido es claro: el electorado de derecha, con todas sus diversificaciones, se mueve mucho pero siempre dentro de su propio recinto; en la elección de la lista concede acertadamente gran importancia al liderazgo porque tiene como objetivo la conquista del gobierno. La prevalencia de uno u otro miembro de la coalición depende de vez en cuando de la capacidad de cada uno para desplegar el liderazgo más creíble para lograr el objetivo; la duración misma de la primacía depende de si se consolida o no el liderazgo.

Por otra parte prueba que es el 5 Estrellas liderado por Contiana, es el tercer polo de Italia viva y en acción tienen poco atractivo en las elecciones autonómicas por su acentuado carácter de "opinión" pero sobre todo porque, por propia elección, no piden voto para gobernar. En Lazio, el 5Stelle obtuvo menos de la mitad de los votos del 25 de septiembre y en Lombardía menos de un tercio. El Tercer Polo es aún peor: un tercero en Lazio, un cuarto en Lombardía; escaso. Aún con el aporte de una candidatura de prestigio como la de Letizia Moratti, con lista propia, la alianza del tercer polo se llevó la mitad de los votos en septiembre.

Il PD, tanto en Lazio (58,5% frente a 59,6) como en Lombardía (62,8 frente a 62) sufre una contracción cercana a la media general. Sin embargo, sumando los votos de las listas de los dos candidatos, D'Amato y Majorino, asciende al 67,4% y al 81,5% respectivamente. Confirma así que es el único partido de centroizquierda del que puede emanar una fuerza de agregación y liderazgo. Esta ronda no hubo ninguno. Para el futuro ya veremos.

Artículo de Claudio Petruccioli publicado el la revista inteligente

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