Las elecciones alemanas no son el terremoto del que alguien habló ni la "victoria de pesadilla" de la que escribió Bild. Pero siguen siendo un fenómeno inesperado en sus proporciones: debilitan a Angela Merkel y cambian el equilibrio en Alemania y Europa.
Las consecuencias sobre los mercados se articulan en tres niveles: mayores dificultades para el proceso de integración europea, incertidumbre sobre las elecciones italianas de 2018 y ralentización de la carrera del euro.
Aquí está el análisis de Alessandro Fugnoli, estratega de Kairos.
Fuente: Kairós.