Los ministros de Hacienda de la Unión Europea han llegado a un acuerdo de principio sobre Basilea 3, el nuevo paquete de normas para bancos y fondos de inversión. Solo quedan los últimos detalles por negociar. El proyecto de compromiso alcanzado la semana pasada entre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE (encomendada a Irlanda) y el Parlamento Europeo recibió el apoyo de una amplia mayoría dentro de laEcofin. La única excepción destacable es la del ministro británico George Osborne, que se opuso a las nuevas normas sobre la remuneración de los directivos (Malta, Chipre y República Checa también tienen preocupaciones al respecto).
Esta es una de las disposiciones más controvertidas entre las contenidas en el acuerdo. el objetivo es limitar los bonos de los banqueros, que ya no podrá exceder del importe de una anualidad de salario. Sin embargo, este principio general admite una excepción: si la mayoría de los accionistas da su conformidad (con dos tercios de los votos o con el 75% si en la junta está asentada menos de la mitad del capital), los beneficios pueden llegar hasta el doble del salario anual.
El conflicto suscitado en torno a estas nuevas reglas no hizo peligrar la mayoría cualificada necesaria para la aprobación definitiva del acuerdo, pero la presidencia irlandesa decidió no obstante todavía negociar algunos detalles técnicos con el Parlamento.
Las discusiones se centrarán en dos puntos: la aplicación de las normas sobre bonificaciones (probablemente una jugada diplomática, para no dejar inmediatamente a Londres en minoría y demostrar plenamente la voluntad de llegar a un acuerdo consensuado, como pedía el ministro alemán Wolfgang Schaeuble ) y el plazo de aplicación de las nuevas normas, que el Parlamento Europeo querría fijar a principios de 2014, pero que para algunos países (Holanda, Luxemburgo y Rumanía) debería posponerse hasta 12 meses después de la aprobación definitiva.
