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Draghi: "Primero las reformas, luego la flexibilidad"

El presidente del BCE, Mario Draghi, lo viene reiterando desde hace tiempo: el banco central solo puede ganar tiempo pero no puede reemplazar las reformas que tienen que hacer los gobiernos – En la rueda de prensa de hoy, después de que la junta aprobara un nuevo recorte de tasas y dada la a un plan Abs consistente, quería ser aún más explícito en este punto.

Draghi: "Primero las reformas, luego la flexibilidad"

Il Presidente del BCE Mario Draghi lo viene reiterando desde hace tiempo: el banco central solo puede ganar tiempo pero no puede reemplazar las reformas que tienen que hacer los gobiernos. Y en la conferencia de prensa de hoy, luego de que la junta aprobara un nuevo recorte de tasas y lanzara una piso de abdominales consistente, quiso ser aún más explícito en el punto. "No hay estímulo monetario o fiscal que pueda tener efectos en ausencia de importantes intervenciones legales", sentenció Draghi, subrayando que solo después de las reformas será posible beneficiarse de los márgenes de flexibilidad ya previstos en los tratados, que obviamente no implican “ninguna superación de las reglas”.

Para Draghi, la discusión sobre la flexibilidad en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento “no puede poner en entredicho la esencia del Pacto”. Una respuesta a las interpretaciones de la parte relativa a los presupuestos públicos de su discurso en Jackson Hole pronunciado a finales de agosto sobre el que quería aclarar. “Ha habido muchas interpretaciones de este discurso, creo que fui muy claro –dijo- la idea es que hay tres herramientas para darle un nuevo impulso al crecimiento: las reformas estructurales, la política monetaria y la política fiscal. Mi conclusión es que no hay estímulo monetario y fiscal que pueda tener efectos sin reformas estructurales ambiciosas, importantes y contundentes”. En política fiscal, definió el Pacto de Estabilidad y Crecimiento como "nuestra ancla de confianza", afirmando que las reglas no se pueden violar. Hay flexibilidad en las reglas, explicó, pero esta discusión no debe ser tal que ponga en peligro la esencia del Pacto de Estabilidad. Además, en el marco del Pacto se pueden tomar decisiones que apoyen el crecimiento y que, al mismo tiempo, contribuyan a la consolidación de los presupuestos”. El presidente del BCE también añadió que, desde una perspectiva de fomento de la confianza, que es una de las razones por las que falta crecimiento en varias áreas de la Eurozona, sería mucho mejor si tuviéramos una discusión muy seria sobre reformas estructurales primero y flexibilidad después. “Esta es mi sugerencia – concluyó – Sin embargo, no es mi responsabilidad si mi discurso ha sido mal o bien interpretado. Creo que mi mensaje fue muy claro".

Para Draghi hay que no frustrar la consolidación fiscal y en este punto las reformas necesariamente deben ganar impulso. Como diciendo: date prisa porque la flexibilidad no es "sin coste". Un “paso insuficiente en la implementación de reformas estructurales en los países de la Eurozona representa para el BCE uno de los riesgos para una recuperación que ya empeora. La recuperación en la Eurozona, esperada en niveles muy moderados, se debilitó aún más. Según lo anunciado por Mario Draghi, los primeros indicios sobre la tendencia en el tercer trimestre señalan que el impulso de la economía europea se ha desacelerado y que la inflación se mantendrá baja también en los próximos meses, antes de volver a escalar hacia el objetivo del 2%. fijada por el BCE en 2015 y en 2016.

En particular, la ya modesta recuperación, “se ve frenada por los altos niveles de desempleo, una gran brecha en la capacidad productiva, las continuas tasas de crecimiento negativas de los préstamos al sector privado y los ajustes fiscales necesarios del sector público y privado". En las observaciones del BCE, la pérdida de impulso cíclico podría frenar la inversión privada y los crecientes riesgos geopolíticos pueden tener un impacto negativo en la confianza de las empresas y los consumidores. Y a esto se suma el riesgo de que no se implementen las reformas.

Draghi indicó que se podrían lanzar importantes intervenciones legales a través de un "compartir la soberanía" de los países individuales con las autoridades comunitarias. Sin embargo, el presidente del BCE ha querido trazar una línea nítida y clara sobre sus intenciones: nada de negociaciones con la política. “No hablo con líderes políticos pedir tranquilidad sobre lo que pretenden hacer, ese no es el diálogo institucional correcto. No hay un gran compromiso”, dijo al comentar el discurso que dio en Jackson Hole y los contactos posteriores en toda Europa. “El punto que quería aclarar en Jackson Hole –añadió– es que es muy difícil lograr el objetivo de una tasa de inflación del 2% solo con política monetaria. Necesitamos crecimiento, necesitamos reducir el desempleo y para ello necesitamos otras cosas, políticas fiscales y reformas estructurales. No hay negociación, cada uno debe hacer su trabajo. Nosotros hacemos política monetaria, los demás hacen otras cosas”.

Por otro lado, si las reformas estructurales tienen muchos costes, Draghi recordó que la falta de crecimiento ya es un coste en sí mismo. “Esto es lo que vemos en este momento: alto desempleo, en muchos países en máximos históricos, bajo crecimiento desde hace muchos años y muchos países que todavía están muy lejos de los niveles de crecimiento de 2007, en algunos entonces los salarios que ingresan al mercado laboral son los registrados en la década de 80”, observó, reiterando su anterior propuesta: “¿No sería mejor, entonces, traer también esta área, la de las reformas estructurales, dentro del mismo tipo de marco que ya tenemos para la disciplina presupuestaria? No es una cuestión de pérdida de soberanía nacional sino de compartir reglas comunes con otros como ya ha ocurrido en política monetaria con el BCE y el euro" que "en mi opinión, tendría muchos beneficios" no sólo a nivel político proceso de reforma que se vería facilitado sino también en la creación de un verdadero mercado común “con el consiguiente aumento de oportunidades, por ejemplo en la movilidad de los trabajadores”.

En su charla con Primer Ministro Matteo Renzi, mantuvo la más estricta confidencialidad: los contenidos "se mantienen confidenciales" y "no habrá otras declaraciones al respecto".

Mientras espera que los gobiernos decidan hacer sus propios movimientos, el BCE ha optado por hacer su parte y ganar más tiempo. No solo recortó sorpresivamente las tasas a un nuevo mínimo histórico del 0,05 % desde el 0,15 %, sino que también aprobó un plan para comprar ABS y bonos garantizados diseñado para tener un impacto sustancial. Un movimiento que se acerca al inicio de las medidas de financiación a la banca condicionadas al desembolso de crédito, el denominado Ltrto, previstas para septiembre. Además, el consejo Eurotower sigue siendo "unánime en la posibilidad de recurrir a instrumentos no convencionales" en caso de empeoramiento. En la reunión también se discutió el Qe, es decir, la expansión cuantitativa siguiendo el ejemplo de la Fed, el BoE y el Banco de Japón con compras masivas de bonos gubernamentales y privados. “Hubo algunos miembros del Consejo que estaban a favor de hacer más y otros que querían hacer menos. Las decisiones tomadas representan el punto de compromiso”, explicó Draghi, y agregó que las medidas adoptadas hoy “no se decidieron por unanimidad”. En otras palabras, si hay unanimidad sobre la necesidad de intervenir, el cómo sigue siendo un punto de debate. “No es que seamos unánimes independientemente de lo que se decida -señaló Draghi-, no se trata de un cheque en blanco, somos unánimes en las intenciones, pero a la hora de discutir medidas individuales puede haber diferencias”.

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