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Mujeres, adiós a la jubilación con las contrarreformas Lega y M5S

Del sitio DIARIO DE TRABAJO - Con la abolición de la ley Fornero, apoyada en la campaña electoral por la liga Salvini y el Cinco Estrellas, las mujeres corren el riesgo de no jubilarse más porque no podrán madurar los requisitos necesarios hasta bien pasados ​​los 67 años .

Mujeres, adiós a la jubilación con las contrarreformas Lega y M5S

Manténgase alejado de los aprendices de brujo y simplificadores de asuntos complejos. Especialmente cuando se trata de situaciones enredadas como los sistemas de pensiones. Los ''abolicionistas cero'' de la reforma Fornero plantean propuestas que, por lo que podemos entender por ahora, crearían más problemas de los que pretenden resolver. Al hacer esta consideración no nos estamos refiriendo a los argumentos habituales: la cantidad de miles de millones de menos gasto público que terminaría en la basura; los efectos sobre las generaciones futuras; el desplazamiento derivado de las tendencias demográficas y cualquier otra cosa que las cigarras populistas no estén dispuestas a tomar en consideración. En medio estaría la condición de personas de carne y hueso, en particular la de trabajadoras del sector privado.

Pero procedamos en orden, comenzando por los programas de la Liga y el M5S. Salvini, tras imponer la reducción a cero de la notoria ley en el programa común del centroderecha (olvidémonos de darle importancia a la promesa de una nueva reforma "económica y socialmente sostenible") se dio cuenta de que tenía que dar indicaciones sobre qué -a su juicio- – podrían ser las reglas de jubilación. En sus andanzas televisivas se las arregla así, con la benevolencia de los conductores: se retirará con 41 años de cotizaciones sin importar la edad. El programa M5S repite una palabra (cuota) junto a dos números: 100 y 41. Si se nos permite desvelar el misterio, la fórmula solo puede tener el siguiente significado: será posible jubilarse cuando la suma entre la edad y la antigüedad de las cotizaciones llegará a 100 (se restablece el mecanismo introducido por el ministro Cesare Damiano en 2007) o reclamando, a cualquier edad, 41 años de cotizaciones pagadas. Si quiere ser difícil, puede preguntar si, después de la reducción a cero y la abolición, ese cálculo de la contribución, que se ha convertido en el emblema de la equidad, seguirá operando, prorrateado desde 2012. Pero no nos compliquemos la vida. En definitiva, la jubilación anticipada/antigüedad se convertiría en la única vía de acceso a la jubilación, mientras no está claro qué ocurriría con la vejez.

En este punto, cabe recordar que desde hace cincuenta años, el sistema de pensiones italiano (al igual que el de otros países) se ha caracterizado por dos vías de pensión distintas: el tratamiento de vejez cuyo requisito fundamental lo constituye la edad cronológica ( es la ley la que marca la línea (generalmente a un nivel congruente con las tendencias demográficas) en competencia con un requisito mínimo de cotización (20 años); el tratamiento de antigüedad alcanzable después de un período bastante largo de actividad laboral independientemente de la edad cronológica o con una edad inferior a la vejez ordinaria. Evidentemente, los datos personales y los requisitos de cotización han sufrido cambios a lo largo del tiempo que, sin embargo, no han alterado las características básicas de las dos categorías de jubilación.

¿Dónde, entonces, está el problema? Dada la composición del mercado laboral, desde el punto de vista de género, son los trabajadores varones quienes -en las décadas pasadas y en la actualidad- han tenido la oportunidad de acumular largas y continuas historias de cotización llegando al pago del codiciado cheque en una edad menor a la vejez canónica (en 2017 fluye igual a 61,1 años en promedio en la Fpld-Inps). Tanto es así que en el conjunto del sector privado, el 78% de los anticipos son recibidos por hombres. La gran mayoría de las mujeres no consiguen acumular una antigüedad tan importante (la media es de 25,5 años de trabajo frente a los 38 de los hombres) y acaban haciendo uso de la pensión de vejez (para la que se reduce el número de cotizaciones) para una edad superior (en 2017 la edad efectiva a la fecha de entrada en vigor rondaba los 65 años). Esto explica por qué la pensión de vejez promedio es más del doble de la pensión de vejez.

¿A qué conclusión nos llevan estos argumentos? Sencillo: los nuevos requisitos propuestos por el binomio Liga Norte-grillino impedirían que la gran mayoría de las trabajadoras del sector privado (en el sector público la situación es diferente, también por la historia de estos institutos) se jubilen, porque No podrá ni cuota 100 ni hacer valer 41 años de antigüedad, salvo a una edad (a estas alturas sólo teórica) muy superior a los 67 años que ahora se agitan como una amenaza. Básicamente, nuestros abolicionistas del reinicio terminarían restaurando la pensión de Cipputi sin su conocimiento; que -como es bien sabido- es macho.

Del sitio El diario de trabajo.

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