El juego de la Unión Bancaria está en pleno apogeo. Confinado hasta ahora a las escaramuzas nacionales, hoy es lanzado virtualmente a la arena por la propuesta de los "5 Reyes Magos" alemanes, el comité de expertos en asuntos económicos que asiste a Berlín en la toma de decisiones candentes. Y el de la vigilancia unificada, como ha explicó Stefano Micossi en FIRSTonline, es una de ellas, hay muchas implicaciones políticas en la decisión de ceder soberanía en el ámbito financiero. Darle Cajas repleto de préstamos morosos, a los bancos italianos abrumados por los bonos soberanos devaluados, terminando con un mosaico de banco regional e chispa En Alemania, los intereses políticos locales y los temores nacionales están entretejidos en una madeja casi inextricable: cómo remediar el pecado original de la Unión Monetaria, es decir, tener compartieron una moneda común sin previa enajenación de soberanía?
La propuesta del "Comité de los 5", publicado en Voxeurepresenta un aporte importante. No solo para dar el pistoletazo de salida al partido, sino también porque contiene elementos significativos e incluso una apertura desde Berlín. Para evitar dudas, dada la centralidad del Bundestag sería ingenuo pensar que el proyecto representa un punto de convergencia ya adquirido, pero la confianza que los 5 ensayos tienen en su tierra natal sugiere que esto, de hecho, todavía puede ser considerado aún hoy la posición casi oficial de Angela Merkel y del Parlamento.
Y ciertamente no es una cuestión de rosas y flores para los "países deudores". En efecto, el documento está aderezado con tonos que destacan qué poca confianza tiene la virtuosa Europa Central en la "semiperiferia". La única concesión (en cuanto al número de bancos a supervisar), de hecho, se compensa puntualmente con un marco regulatorio altamente preventivo, que "bloquea" la naciente "Unión Bancaria" en nombre del riesgo moral contrastado y la regulación laxa.
Desde un punto de vista temporal, el Comité propone completar la Unión por 2019, mismo año que los requisitos de Basilea III entrará en plena vigencia. El viaje se dividiría en tres fases principal. En el primero, el cambios en el tratado y el marco legal se adaptaría, en el segundo caso los institutos tendrían que postularse, según una categorización predeterminada, para obtener la Licenza Unión Europea, sujeto a la verificación de los requisitos de entrada. La tercera fase lanzaría la unión bancaria real, con poder de regulación y supervisión a nivel europeo y un mecanismo de resolución-recapitalización de las entidades.
AUTORIDAD SUPERVISORA
el seria responsable de todas las instituciones de la eurozona (cuya participación en el mecanismo sería obligatoria), sino también de países fuera de la unión monetaria que deseen adherirse a ella. Esta es una apertura significativa, dado que hasta ahora, París en particular tenía como objetivo "totalizar" la vigilancia. Hay quienes sostienen que la solicitud francesa fue impulsada por la voluntad chovinista de apuntar demasiado alto para mantener el statu quo, centralizando la vigilancia de más de seis mil bancos con el objetivo de burocratizar y frenar los trámites. La autoridad seguiría siendo externo al BCE, para evitar que Frankfurt se vea debilitado en las decisiones de política monetaria e inducido a utilizarlo para recapitalizar entidades o indemnizar a los cuentahabientes en casos de resolución. Y para no congestionar el BCE, se delegarían determinadas funciones en los bancos centrales del Eurosistema. La adopción de este régimen requeriría cambios en el Tratado (en particular, el artículo 127 del TFUE).
AUTORIDAD DE RESOLUCIÓN
Sería el "brazo armado" de la vigilancia, financiado a través de un gravamen cobrado a los bancos evitar el uso de la tributación general (mediante la socialización de las pérdidas de las instituciones). En caso de que los recursos garantizados por el impuesto no sean suficientes, las m podría poner a disposición su potencia de fuego, pero solo a condición de que se definan ex ante reglas precisas sobre el reembolso de estos fondos.
SEGURO DE DEPÓSITO
Los 5 sabios recomiendan encarecidamente no introducir ninguna garantía común por ahora, sino alinear los distintos fondos nacionales mediante la introducción de primas de seguro ponderadas por riesgo. Todo para evitar la creación de un "botín" que incite a los bancos a comportamientos riesgosos ante la ausencia de funciones de control centralizadas, que necesitan tiempo para ser ratificadas y entrar en funcionamiento.
REQUISITOS DE CAPITAL
Además de los requisitos de capital de Basilea III, las instituciones también deben cumplir con un “índice de apalancamiento mínimo del 5%, incluidos los activos dentro y fuera de balance”. En cuanto al perverso contagio del riesgo soberano en los balances de los bancos, deberían establecerse políticas que disuadan a las entidades de crédito de una exposición excesiva a bonos del gobierno. Una práctica provocada, según los 5 ensayos, por la atribución de coeficientes de riesgo iguales a cero a los bonos del Estado de la región europea.