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Croacia: en 2017-18 el crecimiento (+2,8 %) está impulsado por los fondos de la UE y el turismo

En los últimos años, la fase cíclica se ha fortalecido gracias a la demanda interna de consumo privado e inversión, favorecida por la reducción de la tasa de desempleo. Sin embargo, los principales factores de riesgo provienen de las ineficiencias burocráticas y la deuda externa.

Croacia: en 2017-18 el crecimiento (+2,8 %) está impulsado por los fondos de la UE y el turismo

Según un informe reciente de la Departamento de Estudios e Investigaciones Intesa Sanpaolo, en 2015, con un crecimiento del 2,2 %, Croacia salió de la larga recesión que comenzó en 2008 tras la crisis financiera internacional, cuyo impacto resultó en una pérdida del PIB de alrededor del 13 % entre 2008 y 2014 (con la contracción la industria en un 26% y los servicios en más del 7,0%). La recuperación económica partió de la demanda exterior, especialmente para el turismo, que ya a finales de 2014 había aportado una contribución neta positiva al PIB. Después, la fase cíclica se fortaleció por un lado gracias a la demanda interna de consumo privado, favorecida por la reducción de la tasa de paro y el aumento de la renta disponible por la reducción de la presión fiscal, y por otro gracias a la demanda de inversiones. Este último factor, tras la salida del país del procedimiento de déficit excesivo y la liberación de fondos europeos, siguió apoyando el crecimiento del PIB en 2016 (3,0%) y se espera que siga siendo el principal motor del crecimiento también en el bienio 2017 -2018. En particular, El PIB creció un 2017% en el primer semestre de 2,7, mientras que para finales de año se prevé un crecimiento del 2,9%. Aquí entonces está eso Se espera que la tendencia del PIB siga siendo sólida también en 2018 en torno al 2,8 %..

El objetivo de política monetaria de la Banco Central de Croacia (HNB) es contener la inflación también a través de intervenciones en el mercado de divisas para estabilizar el tipo de cambio kuna/euro. La ausencia de presiones inflacionarias ha llevado durante mucho tiempo al CNB a estimular la liquidez en el sistema económico: en mayo de 2012, el coeficiente de encaje obligatorio se redujo del 15% al ​​13,9%, posteriormente a finales de 2014 se redujo al 12%, valor aún pendiente. En los últimos meses, el tipo de cambio se ha mantenido sustancialmente estable, fluctuando alrededor de 7,5 kunas por euro. Si bien la kuna permanecerá sujeta a una leve volatilidad en el corto plazo, los analistas pronostican una estabilidad sustancial en el tipo de cambio nominal en el mediano/largo plazo.. En agosto, la tasa de crecimiento de los precios de consumo pasó del 0,8% al 1,0%, lo que situó la inflación media en el 1,1% desde enero, mientras que la inflación subyacente, es decir, la que excluye los componentes más volátiles como la energía, se situó en el 1,4%. La baja inflación de los precios internacionales de la energía está impactando en la dinámica contenida de los precios al consumidor que, si bien se recupera, continúa por encima de lo esperado. Los analistas pronostican que el crecimiento de los precios al consumidor, si bien va en aumento, se mantendrá moderado en los próximos meses debido a la presión alcista sobre los precios al consumidor generada por la progresiva consolidación de la economía. Para 2017 se espera que la inflación promedio sea de 1,1% y luego aumente a 1,4% en 2018.

En 2016, el déficit público se corrigió significativamente, cayendo hasta el 0,8% gracias a la aceleración del PIB y la puesta en marcha del Plan de Convergencia acordado con la Comisión Europea, previendo un aumento de los ingresos mediante el aumento de los impuestos especiales sobre los carburantes y el tabaco y una reducción del gasto presupuestario mediante la contención del gasto, así como mediante la reducción de las prestaciones sociales. Gracias a la corrección del déficit público, el país ha salido del procedimiento de déficit excesivo que se abrió en 2014. En las proyecciones de la Comisión Europea (CE), el déficit público asciende ligeramente hasta el 1,1% en 2017 debido a la reforma fiscal que, según estimaciones de la CE, tendrá un impacto negativo directo en los ingresos presupuestarios del 0,6% del PIB por la menor carga fiscal sobre los ingresos de los hogares, pero que, sin embargo, se compensará en parte con la aceleración del PIB nominal hasta el 4,2 % (desde el 4,0 %). En este escenario, en 2018 el déficit se mantendrá sustancialmente estable en torno al 1,0%. Con un déficit por debajo del 1,0 % del PIB, y suponiendo un crecimiento sólido del PIB nominal a largo plazo de alrededor del 4,8 %, la deuda pública, actualmente por encima del 80 % del PIB, podría corregirse parcialmente y converger a largo plazo con el índice de referencia de Maastricht, estabilizándose en 60%.

La deuda externa pasó del 84,3% del PIB en 2008 al 101% en 2015 debido a los grandes déficits por cuenta corriente de años anteriores. Después, en 2016 la deuda sobre PIB se redujo hasta el 89% gracias a la aceleración del PIB nominal y a la reducción de la deuda externa tanto pública (-1,3%) como privada (-3,0%). Para el año en curso se estima una nueva corrección en torno al 80%, favorecida sobre todo por la fuerte expansión del PIB. Se prevé que tanto la relación entre las reservas oficiales y la deuda externa a corto plazo únicamente como la relación de cobertura de reservas, es decir, la relación entre las reservas de divisas previstas para 2017 y las necesidades financieras externas, supere la unidad. El saldo por cuenta corriente pasó a territorio positivo en 2013 (1,0% del PIB) y mejoró en los años siguientes principalmente por el aumento de las exportaciones, especialmente por el lado de los servicios. En 2016 el superávit de la cuenta corriente, aunque descendió hasta el 2,5% desde el máximo del 4,7% de 2015, siguió siendo significativo y también el año pasado el déficit de la cuenta financiera, debido al déficit de inversión de cartera, pesó negativamente en la balanza de pagos. En el primer semestre del presente año, la balanza comercial fue negativa, determinando junto con la cuenta de renta el déficit corriente. Sin embargo, se espera que en la segunda mitad del año, por el efecto estacional, la balanza comercial pueda volverse positiva al igual que la actual (3,7% del PIB en las previsiones de los analistas). A pesar del flujo neto esperado positivo para la inversión extranjera directa, la cuenta financiera aún puede ser deficitaria a fines de 2017 debido al déficit neto en la inversión de cartera.

Il Índice de Competitividad Global (ICG) calculado a partir de Foro Económico de la Palabra ha identificado varios elementos presentes en el sistema económico e institucional croata que frenan su potencial económico. Según el GCI, entre 2009 y 2017 Croacia mejoró su puntaje solo levemente a 4,1 (en una escala de 1 a 7). El índice destaca el sistema burocrático y el sistema fiscal como los principales factores que obstaculizan la competitividad croata, mientras que la deuda externa superior al 80 % del PIB junto con la elevada deuda pública (81,5 %) representan los mayores desequilibrios macroeconómicos en el Village.. No obstante, en línea con otros países del SEE, como Rumanía y Serbia por ejemplo, los Credit Default Swaps sobre la deuda croata se han reducido en los últimos meses y han descendido hasta su nivel actual de 112pb gracias a las mejoras observadas en el déficit público y al bajo riesgo de primera calidad. Las agencias de calificación S&P's y Fitch otorgan al país una calificación BB, mientras que según Moody's Croacia se encuentra en la clase Ba2.

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