El crecimiento económico de un país es una variable compleja, es decir, depende de muchos factores. Por ejemplo, el nivel de educación de la población, las políticas fiscal y monetaria, las inversiones en infraestructura, el tipo de cambio, el gasto en investigación y desarrollo, la carga fiscal, el tamaño de la deuda... y uno podría seguir. Estamos convencidos que el nivel de corrupción también puede ser uno de estos factores.
Corrupción y crecimiento, ¿dónde está la conexión lógica?
Es de sentido común sugerir que un alto nivel de corrupción puede tener un impacto negativo en el crecimiento económico de un país, y por ende en la formación de ingresos. Hay varias razones detrás de este vínculo causal hipotético:
- la corrupción puede conducir a la formación de las llamadas "castas", impidiendo así que la población y el país crezcan de manera uniforme; favorecer solo pequeñas partes de la economía corre el riesgo de causar una reducción en el crecimiento total;
- la corrupción podría empeorar las cuentas públicas y el desempeño fiscal, basta pensar en las licitaciones amañadas para ganar un contrato y el aumento del tamaño de la administración pública;
- la corrupción puede afectar la productividad laboral ya que no premia la eficiencia sino las relaciones personales y de clientelismo;
- la corrupción reduce la participación de las inversiones.
Con esos supuestos en mente, preguntemos a los datos qué tienen que decir al respecto relacionando estas variables:
- un índice que mide y cuantifica el nivel de corrupción en cada país;
- el crecimiento económico real (es decir, neto de inflación) de cada país.
Corrupción en Italia
La corrupción nunca ha salido del Bel Paese: comparándolo con los principales estados europeos, Italia ha logrado durante mucho tiempo empeorar sobre la base de todos los indicadores disponibles para medir la corrupción [Sic]. De hecho, en el ranking mundial de corrupción percibida, Italia ocupa el puesto 60 entre 176 países. Y el escenario empeora si consideramos solo las economías avanzadas: en este caso la península es el país donde más corrupción se percibe. Sin duda, el efecto de la corrupción ha contribuido a la formación de deuda pública, lo que ha llevado a Italia a ser uno de los países avanzados con peor relación deuda pública/PIB.
fuente: Asesoramiento solamente