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“Costo de la ignorancia. La universidad italiana y el desafío Europa 2020”: investigación de Arel-Il Mulino

INVESTIGACIÓN AREL-IL MULINO sobre “Costo de la ignorancia. La universidad italiana y el desafío Europa 2020”. No es solo un cuaderno de notas, sino una serie de propuestas presentadas ayer en el MIUR y apreciadas por la ministra Maria Chiara Carrozza, el ex primer ministro Giuliano Amato y Filippo Andreatta, decano del campus internacional de la Universidad de Bolonia-Forlì.

“Costo de la ignorancia. La universidad italiana y el desafío Europa 2020”: investigación de Arel-Il Mulino

Hay principalmente tres grandes puntos críticos que están desgarrando la universidad italiana. El número de graduados italianos es claramente menor que el de los países competidores, el valor del título sufre de una baja consideración, la educación no funciona como un ascensor social.

Frente a estos y otros males, al menos diez y todas factibles son las propuestas identificadas y presentadas por Giliberto Capano y Marco Meloni, editores del “Costo de la Ignorancia. La universidad italiana y el desafío Europa 2020” investigación publicada por “Il Mulino” y realizada para AREL, la agencia de investigación y legislación fundada por Nino Andreatta y dirigida por Enrico Letta hasta el día en que se convirtió en primer ministro. Entre las propuestas están la creación de una agencia nacional para el derecho al estudio que coordine y racionalice las iniciativas hasta ahora fragmentadas, una redefinición de las funciones de ANVUR, la agencia para la evaluación, racionalización y reorganización de los sistemas de financiación y recompensa, la introducción de informes de investigación al menos cada cinco años.

En Roma, en la hermosa Sala Ministerial en viale Trastevere, ayer, 10 de junio, el libro fue discutido por un panel excepcional compuesto por la Ministra de Educación Maria Chiara Carrozza, el Presidente del Instituto Treccani de la Enciclopedia Italiana y el ex primer ministro Giuliano Amato y el profesor de Ciencias Políticas y vicepresidente de AREL Filippo Andreatta. El rico debate fue moderado por Antonio Polito, editorialista de la Corriere della Sera.

Bajo la mirada severa de los retratos de todos los ministros de educación pública desde la unificación de Italia en adelante, no sólo el cahier de dolances, sino también el marco de oportunidades y estrategias de resolución.

La trampa de la ignorancia es la metáfora utilizada por Filippo Andreatta quien, ilustrando datos de la OCDE y Eurostat, explica cómo solo el 9% de los estudiantes universitarios provienen de familias cuyos padres no son graduados universitarios, con la consecuencia de que en los niveles más altos los niveles altos de educación acceden solo aquellos que ya pertenecen a una clase seleccionada mientras que los demás sufren una trampa de la condición social de origen. Al respecto, Giuliano Amato remarcó la aterradora gravedad del problema, pero también mencionó la única experiencia realizada hasta ahora para eliminar esa inequidad social, dentro de la Escuela de Estudios Avanzados Sant'Anna de Pisa. Se trata de un laboratorio de prestigio, del que procede la mayor parte de la clase dirigente italiana, que ha puesto en marcha un protocolo de actuación encaminado a poner en marcha el ascensor social.

Otra gran dificultad de nuestro país frente a países competidores es la de la inversión en educación que ha sufrido recortes drásticos, especialmente en la crisis actual, mientras que los datos de la OCDE demuestran la fuerte correlación entre inversión en educación y crecimiento económico. En el extenso informe de Giuliano Amato, surgió al respecto cómo las universidades se dan la posibilidad de encontrar financiamiento que no necesariamente es público. Europa dispone de importantes recursos pero somos ajenos al programa europeo de investigación que establece dónde destinar los fondos y debe responsabilizarse a las universidades, actuando sobre la evaluación como herramienta de mejora y de gobernanza.

Todas las propuestas identificadas en el libro van en la dirección de resolver los problemas críticos planteados y, en este sentido, el Ministro Carrozza expresó su participación en el espíritu y en muchas de las propuestas mismas. Esperemos que ahora los hechos sigan.

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