Los últimos datos sobre el coronavirus en Italia apuntan a que ya estamos en el pico de contagios, pero no hay que hacerse ilusiones con la reapertura de los negocios: los paseos por el centro, las charlas en el bar y las cenas en el restaurante serán prohibido hasta al menos mayo. Más aún tendremos que esperar a los gimnasios y peluquerías, pero también a las discotecas, pubs, centros de congresos y salas de reuniones. todo lo que no es estrictamente esencial queda relegado al final de la lista. De hecho, la llegada de la primavera y la posibilidad de estar al aire libre no ayudarán, porque el problema es el contacto entre las personas.
Fue el presidente del Istituto Superiore di Sanità, el profesor Brusaferro, quien comunicó que ahora estamos en el pico, luego de lo cual la curva epidemiológica debería descender gradualmente. Según Brusaferro, esto es una prueba de que las medidas restrictivas han funcionado, aunque todavía no es el momento de bajar la guardia. Sin embargo, después de Pascua, podría tomar forma una reapertura gradual.
Por el momento, la única certeza es que cuarentena completa continuará hasta el 12 de abril. Así lo confirmó este lunes el ministro de Salud, Roberto Speranza: “En la reunión del Comité Técnico-Científico -dijo- surgió la valoración de extender todas las medidas de confinamiento al menos hasta Semana Santa y el gobierno se moverá en esa dirección”. La disposición oficial se lanzará en la próxima reunión del Consejo de Ministros, que se realizará el miércoles o jueves y debería abarcar el período hasta el 18 de abril, según se anunció.
Pero, ¿qué pasará después de Pascua? Es posible que entre el 12 y el 18 de abril el gobierno permite la reapertura de algunos industrias relacionadas con los servicios esenciales, pero hasta ahora consideradas no esenciales: es el caso de algunas industrias mecánicas cuyos productos son vitales para la cadena agroalimentaria, o de industrias químicas vinculadas a la farmacéutica. Por otro lado, para poder reabrir sus puertas, estas empresas también tendrán que demostrar el cumplimiento las reglas anticontagio: distancia de seguridad de al menos un metro entre empleados, provisión de guantes y mascarillas, sistemas de ventilación adecuados.
Las mismas reglas se aplicarán también al resto de actividades, que volverán a operar de forma paulatina en los próximos días, siguiendo una hoja de ruta en la que ya trabajan el gobierno y los técnicos. Así que está claro que la fecha de reapertura no marcará la vuelta a la normalidad: aún tomará mucho tiempo para que todo vuelva a ser como antes. El peligro más grave es que una recuperación demasiado rápida dé un empujón a la curva de contagios. Un escenario que produciría un daño sanitario, social y económico incalculable.
