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Cine: "El hombre tranquilo", cuando lo bueno se vuelve malo

El protagonista es Liam Neeson, entre otras cosas terminó recientemente en el centro de la polémica por algunas intenciones racistas: la película encaja en la vena de la justicia personal, de la ley que no castiga a los culpables de la forma correcta: "Los buenos son bueno… hasta que ya no lo esté” – TRAILER.

Cine: "El hombre tranquilo", cuando lo bueno se vuelve malo

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De ciudadano modelo a vengador feroz: acaba de estrenarse en los cines"un hombre tranquilo" firmado por el director Hans Petter Moland y el protagonista Liam Neeson (recientemente en las noticias por su declaración racista). Es un caso bizarro de remake del mismo autor y con una temática absolutamente similar: el título es En orden de desaparición y se estrenó en 2014 y la única diferencia con el título actual es la ambientación (en el primer caso Colorado y en el segundo Noruega) 

Quizás sea porque el silencio y la candidez se prestan bien para contrastar y resaltar los gritos de dolor y la sangre roja de las víctimas en servicio, lo cierto es que los paisajes invernales, los mantos de nieve, las montañas y los bosques encalados tienen siempre un fondo casi perfecto para la narración cinematográfica del crimen, la violencia, el miedo. Mencionamos solo algunas de las películas más conocidas de este género: Shining por Stanley Kubrick, Fargo de los hermanos Cohen y la trilogía Millennium de Larsoon. La tendencia de la venganza privada, de la justicia personal, de la ley que a veces no castiga a los culpables, sean los delincuentes que sean, merece una discusión aparte. Es un tema que ha tenido y sigue teniendo un gran éxito en la pantalla grande para subrayar cuán profundamente pertenece a la naturaleza y cultura humana. Y un hombre tranquilo encaja perfectamente en esta vena. 

La historia cuenta la vida de un hombre, un ciudadano modelo tranquilo y respetado de su comunidad donde trabaja como operador de quitanieves. Por un dramático error, una banda criminal mata a su hijo durante un narcotráfico y desde ese momento decide vengarse desatando el infierno entre las distintas bandas de narcotraficantes involucradas directa o indirectamente en el asesinato. Todo muy simple, muy lineal, de hecho visto muchas veces en películas que ahora se han vuelto rutinarias. La única diferencia puede consistir en la interpretación "técnica" de la historia, es decir, cuánto logra captar la atención del espectador para que al ver la película tenga la sensación de estar viendo una historia que no es original pero sí interesante y/o divertida, como por mucho que pueda divertir el otro tiroteo de todos contra todos. Sin embargo, en este sentido, muchos maestros del cine lo enseñan: no hay límite. 

El tema de la venganza en la historia de la gran pantalla, además, cuenta con demasiados precedentes ilustres para comparar. Nuestra lista de los mejores en este género incluye títulos como perro de paja con Dustin Hoffman de 1971 fichado por un gran Sam Peckinpah, entonces Un pequeño burgués pequeño de Mario Monicelli de 1977, una de las pocas obras maestras de este tipo de autores italianos, para pasar a El ejecutadory de la noche con el mítico Charles Bronson y terminar con la trilogía de Matar Bill de Quentin Tarantino sin olvidar el trío extremadamente violento de Park Chan-wook autor de Mr. Vendetta, Old boy y Lady Vendetta. 

No hay comparaciones y al final de la proyección hay que conformarse con un par de horas decentes y suficientes para compensar el coste de la entrada. Para los fanáticos del género, aún puede valer la pena. Ahora pasemos a otra película que, lamentablemente, no estábamos ofreciendo a los lectores de Primera líneaEl favorito del director griego Yorgos Lanthimos y la participación de destacadas actrices como Olivia Colman, en el papel de la reina Ana de Inglaterra, Emma Stone y Rachel Weisz. La historia relata los años del reinado británico alrededor de 1700 cuando Anna Stuart, la primera reina en la historia inglesa, y su favorita de la corte, Sarah Churchill, son coronadas. La relación, incluso sentimental, entre las dos mujeres se ve interrumpida por la llegada de Abigail Hill, la prima decaída de Sarah, que consigue insinuarse en el favor de la reina y convertirse en su amante al mismo tiempo que consigue apartar a Sarah para toma su lugar Está en juego el puro poder que se vale de sentimientos y juegos perversos para apoderarse de la meta, donde todo está permitido hasta las últimas consecuencias. Se trata pues de una película sobre el Poder con P mayúscula ejercido en femenino cuando en cambio habitualmente, histórica y cinematográficamente, siempre ha sido declinado en masculino. Observar un uso quizás excesivo de las ópticas (gran angular y ojo de pez) que hacen excelente la magnificencia de los ambientes, especialmente a la luz de las velas. En taquilla, la película está teniendo cierto éxito, merece atención. 

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