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Cine y crisis: películas de los años 30 en una reseña en Bolonia sobre la Gran Depresión

En el escenario de Bolonia la crisis del 29 y la Gran Depresión - En junio reseña de Peter von Bagh - El go lo dará "La burla de la vida" pero también están "Bolle di soap", "Vicino alle stelle", "Viva la vida" "El negocio se complica" y todas las películas más lindas que vieron nuestros abuelos - Quién sabe cómo se representará la crisis de hoy

La crisis económica mundial vista a través de los ojos de quienes ya la vivieron: nuestros "abuelos" de los años 30. Esta es la propuesta de la Cineteca di Bologna que, para el próximo festival Cinema Ritrovato, una revista internacional de películas restauradas de rara belleza, ha decidido dar espacio a la sección “Después de la caída. El cine y la crisis del 29”. Puede ser una oportunidad para mirarnos con los ojos del pasado, para llorar, pero también para reírnos del miedo al futuro que siempre se apodera de los pueblos en crisis, para reflexionar sobre los errores y alejarnos de ellos, para resaltar las diferencias. En cambio, si es cierto, como vaticina Prometeia, que la crisis durará hasta 2019, más vale empezar a sacudirse un poco este miedo y aprovechar la oportunidad catártica que ofrece la cita de Bolonia. El festival, comisariado por el historiador de cine Peter von Bagh, está programado del 23 al 30 de junio, cuando se instalará la gran pantalla al aire libre en Piazza Maggiore, que atraerá a espectadores de toda Europa.

El arranque lo dará "David Golder", de Jiuliene Duvivier, de 1931, conocido en Italia con el título "La burla de la vida", un retrato implacable de un industrial judío y su familia, el auge y la caída de un imperio. El guión está basado en la novela homónima de Irène Némiroski, recientemente publicada por Adelphi, la artista que a los 26 años ya era una escritora consolidada y que murió a los 39 años en Auschwitz como la protagonista judía de la película. Harry Baur.

Metáforas aparte, “Zeitprobleme: wie der arbeiter wohnt” (Alemania 1930), documental del cineasta de origen búlgaro Slatan Dudow. El título en alemán da un poco de miedo, pero son solo 15 minutos en los que se cuenta cómo vivían (mal) los trabajadores de la época. También de Dudow, que también colaboró ​​con Brecht y Fritz Lang, Il Cinema Ritrovato trae otra perla, el largometraje titulado "Seifenblasen" (Burbujas de jabón). Ya no estamos en un ambiente proletario, sino burgués y esta vez es un directivo que es despedido y se encuentra deambulando en un mundo de valores efímeros como pompas de jabón.

Man's Castle (Vicino alle stelle, Usa/1933) de Frank Borzage (Oscar en el 27 con "Settimo cielo") y una moraleja: "La esperanza es un castillo de hombre", dice el protagonista y como es Spencer Tracy en su infancia nos inclinamos a creerle.

Desahuciado y desempleado en Viena es el protagonista de Sonnestrahl (Viva la vida, Alemania-Austria 1933), dirigida por Paul Fejos, un caso en el que el amor es la cura de todos los males. Pero en el exclusivo rodeo también hay hueco para una película con sabor antisemita que no viene de Alemania sino de Suecia: Petterson & Bendel (traducido como Petterson y socio, 1933), de Per-Axel Brenner.

Del maestro del cine Mervin LeRoy ("Quo Vadis"), la filmoteca elige Hard to Handle (El negocio se complica, Usa/1933), mientras que de Max Ophus (nombre artístico de Max Oppenheimer) se podrá ver Komedie om geld (Las bromas del dinero, Holanda/1936), una denuncia implacable de los engaños que subyacen al dinero y sus mecanismos de intercambio, circulación y acumulación. Ophus es el director que firmó la Ronde en los años 50 (a partir de la comedia de Schnitzler) quizás por eso también amado por el gran Stanley Kubrick. Por fin una propuesta italiana, para sonreír y recordar lo bien que lo hicimos: "Te doy un millón" de Mario Camerini, guión de Cesare Zavattini e interpretación de Vittorio De Sica. Estamos en 1937, los tiempos son oscuros pero el ingenio sin duda es agudo.

¿No tiene todo lo malo un resquicio de esperanza? Mientras tanto, la ocasión es tentadora: "el nuestro es el único festival que viaja en el espacio -dice Gian Luca Farinelli, director de la Cineteca- porque las películas y los espectadores vienen de todas partes del mundo, pero también con el tiempo, ya que ofrecemos películas fantásticas". del pasado. El coste total es de 500 mil euros, pero el retorno para la ciudad entre entradas vendidas e inducidas es al menos el triple". En definitiva, la crisis también trae algo de dinero y oportunidades.

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