comparte

China, las raíces de la burbuja inmobiliaria

por Simona Costagli* El sector inmobiliario es uno de los principales en la economía del país asiático y algunos dicen que es incluso el más importante del mundo, pero los riesgos de una burbuja están todos ahí. Esto es lo que afirma un informe de Focus, la revista semanal del Departamento de Investigación de Bnl-Bnp Paribas que informamos.

China, las raíces de la burbuja inmobiliaria

En China, el porcentaje de la población que vive en ciudades sigue siendo bajo en comparación con el promedio de los países desarrollados, pero está aumentando considerablemente. La urbanización y el crecimiento de la riqueza han llevado a una fuerte aceleración en el mercado de la vivienda. La carrera por la propiedad (posible en el país desde 1998) ha provocado un fuerte aumento en los precios de las propiedades.
En 2010, el precio por metro cuadrado de una propiedad residencial/comercial en la provincia de Benjing alcanzó los $2.694. En Guangdong, el precio ha superado los 1.100 dólares por metro cuadrado, un aumento de más del 200 % en los últimos diez años. Los precios de la vivienda están muy sobrevaluados en relación con los salarios promedio.

Para intentar contener el mayor crecimiento de la burbuja, desde la primavera de 2010, el gobierno chino ha adoptado una serie de medidas como aumentar la cantidad requerida como anticipo para la compra de una vivienda y poner en marcha un ambicioso plan de viviendas protegidas. que pronostica que para 2015, 44 millones de familias estarán alojadas en pisos de protección oficial. También con motivo de la puesta en marcha del plan, el número de nuevas obras abiertas para la construcción de viviendas se incrementó un 19% en mayo. Una alarma por la burbuja china aún parece prematura y, en cualquier caso, las consecuencias de su eventual estallido deberían ser menos disruptivas que en el caso estadounidense, especialmente en la limitación de la capacidad de gasto de los hogares. En China el nivel de endeudamiento de los hogares es aún bajo y solo una pequeña parte del valor de la propiedad se financia con una hipoteca.

El eslabón débil de la cadena, en cambio, parece estar representado por las empresas constructoras y las administraciones locales. El stock de viviendas sin vender (que también incluye viviendas en construcción) en el primer trimestre de 2011 aumentó un 40% a/a, mientras que las deudas de las principales constructoras ascienden a un récord de 1 billón de renminbi (+41,3% a/a). /año).

* Analista del Servicio de Estudios Bnl (artículo tomado de Focus, la revista semanal del servicio)


Archivos adjuntos: Focus_n._27_-_8_julio_2011.pdf

Revisión