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China, conquista las islas Senkaku con fideos

En Beijing, el Sr. Lu He ha abierto un lugar donde cuelgan modelos de aviones militares del techo, donde las paredes están cubiertas con una reproducción en relieve gigante de las islas en disputa, y donde los fideos se sirven en un tazón adornado con una bandera china que tiene los contornos de la mayor de las islas Diaoyu.

China, conquista las islas Senkaku con fideos

Entre los motivos de tensión entre China y Japón está la cuestión de las Islas Senkaku, en el Mar de China Oriental, que ambas potencias reclaman como propias. La polémica está lejos de resolverse, pero mientras tanto hay quienes han pensado en convertir su fervor nacionalista en un negocio. En Beijing, el Sr. Lu He abrió una tienda, la Tienda de Fideos Malatang de las Islas Diaoyu de Beijing. 

“Diayou” es el nombre chino de las Islas Senkaku y el restaurante está lleno de chatarra militar y banderas nacionales. Lu He recibe a los clientes vestidos de camuflaje, detrás de un mostrador que tiene la forma del primer portaaviones chino, el Liaoning; junto a él está su esposa, y copropietaria, en uniforme militar. “Las Islas Diaoyu pertenecen a China”, dice Lu, “y lo proclamamos con verdadera pasión patriótica”. 

“Los Diaoyu son chinos”, agrega su esposa, “y desde niño esta frase está grabada en letras de fuego en mi mente”. Los comensales, además de escuchar los discursos ultrapatrióticos de los dueños, se encuentran deambulando por una sala donde cuelgan del techo maquetas de aviones militares, donde las paredes están cubiertas con un gigantesco relieve que reproduce las islas en disputa y donde se comen fideos se sirven en un cuenco adornado con una bandera china que tiene los contornos de la mayor de las islas Diaoyu. 

Al navegar por el menú, también se encuentra con platos como "granadas de mano Diaoyu" (también conocidas como "plátanos fritos") o "artillería pesada Diaoyu" (también conocidas como "bolas de camote"). A quienes lo acusan de ser un poco excesivo, Lu responde que todos los clientes son bienvenidos en su establecimiento. “No somos como otros restaurantes que exhiben carteles que dicen 'No se permiten perros ni japoneses'”, comenta. “Los japoneses son bienvenidos aquí, pero debe quedar claro cómo pensamos sobre nuestras islas”.


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