A 24 horas de la Milán-San Remo, Peter Sagan es el primero de los grandes favoritos del "clásico muy primaveral", dado a las 4 en Snai apuestas. El eslovaco de Cannondale, segundo el año pasado por detrás del alemán Gerald Ciolek, precede a Mark Cavendish con 6, John Degenkolb con 8, Fabian Cancellara con 12, Arnaud Demare y André Greipel con 15 y Philippe Gilbert con 20.
Como ves, también este año los favoritos de los pronósticos no abandonan ese pequeño círculo de grandes velocistas o corredores de fondo con clase capaces de irresistibles progresiones de cara a la meta. Con la subida al Pompeiana, que habría costado casi 300 km, hubiera sido otra historia. La misma lista de estrellas de los titulares habría visto menos velocistas entre los miembros pero nombres más prestigiosos del gran ciclismo internacional. Y este es un "signo negativo" para Sanremo sobre el que deben reflexionar los organizadores de la carrera. Demasiados grandes nombres la han abandonado, de Contador a Froome, de Valverde a Joaquín Rodríguez, prefiriendo la Vuelta y Catalunya que arranca el lunes. Sólo Nibali, entre los corredores de este calibre, ha optado por correr la Sanremo aunque el estado de forma mostrado en la París-Niza no le da para hablar.
Pero el Squalo, dado en el 33 en cuotas de Snai, es impredecible y el Poggio con sus rampas y posterior bajada técnica le fastidia. Y Nibali ya estuvo cerca de ganarlo, finalizando tercero en la edición de 2012. Entre los italianos están Modolo y Ulissi, ambos cedido a 25, el primero en los pronósticos. Incluso Ciolek, ganadora de la última edición azotada por el mal tiempo, figura en el puesto 25 como la australiana Gerrans, que triunfó en 2012. En la práctica tanto Gerrans como Ciolek fueron sorpresas. Algo sabe de ello a su costa Cancellara, la estrella indomable de las clásicas de primavera, que lleva tres años en el podio de Sanremo sin ganarlo desde el ya lejano 2008. También por eso la sorpresa, bajo el epígrafe "otros" es dado a 8 para el Sanremo de este año.