El mercado de las falsificaciones, como sabemos, es una lacra del sistema italiano, pero las cifras, extraídas de una investigación del Ministerio de Desarrollo Económico con Censis, son impresionantes y hablan de un verdadero mercado paralelo, que tiene una facturación de 6,9 millones de euros, y toca todo tipo de productos.
El mercado falso, surge de la investigación, no mira a ningún sector, demostrando lamentablemente un formidable eclecticismo: abarca desde joyas y juguetes, pasando por marcas y modelos registrados hasta la falsificación de la indicación made in Italy. Los sectores más afectados son los de ropa y complementos, seguidos de cerca por los de CD y DVD.
La indiferencia de los consumidores italianos también contribuye a mantener vivo y próspero el mercado de la falsificación.