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CAMPEONATO - El Milan nunca se detiene: vence al Génova (2-0) y consolida su tercer puesto

CAMPEONATO - Los rossoneri también despejan a Marassi y liquidan al Génova con goles de Pazzini y Balotelli - Ahora están más que nunca en el tercer lugar y esperan con serenidad el gran partido de la Champions League en Barcelona - El Génova, sin embargo, reclama dos penaltis que un mal árbitro no concedió - Constant expulsado - Allegri: "Ahora presionaremos al Napoli"

CAMPEONATO - El Milan nunca se detiene: vence al Génova (2-0) y consolida su tercer puesto

Misión cumplida. Milan conquista Génova y asegura el tercer lugar, al menos por hoy. De hecho, incluso en caso de éxito, Inter y Lazio se quedarían atrás, lo que les pone mucha presión. Lo mismo ocurre con el Napoli, que a estas alturas ya no puede mirar solo a la Juventus. Así que los rossoneri sonríen, buenos y afortunados de encontrar un éxito que vale oro y que sube aún más la moral de cara al Barcelona. “Tenemos que intentar defender el tercer puesto -declaró Allegri en la rueda de prensa- y si el Napoli nos lo permite, miraremos aún más arriba. Tenemos que seguir ganando, pero esta es sin duda una victoria muy importante".

Una vez más, sin embargo, las decisiones arbitrales pesan mucho, en este caso Damato, en el centro de numerosas polémicas por algunas apreciaciones cuanto menos cuestionables. “Fueron dos penaltis –dijo Ballardini–, entonces si no nos los dan, es otra cosa”. Los episodios a los que se refiere el técnico del Genoa tienen lugar en la primera parte, con el Milan ganando por un gol. El primero es un toque con el brazo de Niang (33º) sobre un cabezazo de Borriello, el segundo es un contacto del mismo francés con Granqvist. En ambos casos Damato lo deja pasar: la sensación es que al menos podría haber un penalti en su lugar. También porque arbitrar de esta manera ayuda a crear un clima de suspicacia y nerviosismo, que luego lleva a una tensión alta en una segunda parte. El clímax en el minuto 65, cuando Bovo entra muy duro sobre Constant, que reacciona descaradamente y recibe la tarjeta roja. Decisión acertada, mientras que la amarilla deja desconcertado al centrocampista genovés, que mereció salir del campo.

En este "lejano oeste" también logramos ver algo de buen fútbol. Gracias sobre todo a Génova, autor de un juego muy bueno pero incapaz de aprovechar las numerosas oportunidades creadas. Y luego están los campeones de Milán, esos capaces de cambiar partidos con las jugadas correctas. Pazzini lo hace, verdaderamente en un momento de gracia. ¿Sabes cuando dicen que alguien se ve tan bien que hasta marcaría con un pie? Aquí, el Loco tomó el dicho literalmente. En el minuto 22, tras recibir un pisotón de Portanova que le obligará a salir (de momento no está claro si podrá jugar en el Camp Nou, al fin y al cabo como Mexes), el exinterista (pero también exjugador de la Sampdoria), mientras cojea de forma notoria, lanza un derechazo por debajo del larguero sobre el que Frey no puede hacer nada. Es el gol que encamina el partido por el buen camino y que obliga al Génova a ser más atrevido. Mientras tanto entra Balotelli, aún sin recuperarse del todo de la lesión sufrida en el derbi, y para complacer recibe una tarjeta amarilla en el 40''. El clima es tenso, el juego enciende. Los rossoblu presionan y también pegan un poste con Bovo en un tiro libre. El Milan parece contra las cuerdas, pero en el 61 Super Mario toma la silla. Servido espléndidamente por un no-look de Zapata (pero también está la complicidad de Immobile), el delantero del AC Milan enfría al Genoa con un preciso y cortante derechazo. A partir de ahí, también gracias a la expulsión de Constant, fue un asedio para los locales pero Abbiati y la defensa milanista aguantaron bien. “Génova estuvo muy bien, no pudimos acortar la distancia en el mediocampo, presionamos poco arriba y defendimos muy bajo – análisis de Allegri. – Pensé que el partido iba por buen camino, no arriesgábamos tanto, pensé que podía llevármelo a casa sin un gasto excesivo de energía, pero la expulsión de Constant podría poner todo en riesgo”.

Ahora la cabeza se la lleva el Barcelona, ​​suponiendo que el Milan realmente no se lo piense desde hace unos días. Eliminar al equipo más fuerte del mundo tendría sabor a hazaña, y los rossoneri, a pesar de las frases superficiales, ya lo están deseando.

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