El Banco Central de Japón (Boj) ha optado por no modificar los tipos de interés, que se mantienen así en niveles muy bajos, entre el 0 y el 0,1%. La principal preocupación es evitar el riesgo de deflación. “La actividad económica del país – se lee en la nota de prensa del instituto – sigue recuperándose. El Banco seguirá examinando detenidamente las perspectivas de actividad económica y de precios y actuará en consecuencia”.
El Boj también ha decidido prorrogar por otros seis meses el plan de préstamos de un billón de yenes (13 millones de dólares) para los bancos que operan en la zona del país devastada por el terremoto del pasado 11 de marzo. Se suponía que la operación terminaría este mes. En cuanto a los socios occidentales, según el instituto “la economía exterior se ralentizará inmediatamente, pero se mantendrá fuerte en el futuro, gracias a los países emergentes”.