Fim se ha sumado convencida al Movimiento Slot Mob, nacido en 2013 e impulsado por varios exponentes de la sociedad civil, para luchar contra una nueva lacra social que se extiende en Italia, la de la presencia invasiva y creciente del juego y el impacto que tiene sobre las personas. y familias
En poco tiempo, las asociaciones que se han unido son casi 90 y crecen cada día que pasa, y los Slotmob se suceden semana a semana en toda Italia con una gran participación.
El problema del juego en nuestro país es enorme: cada año se juegan más de 88 millones de euros, con una recaudación neta por parte del Estado que supera los 9 millones.
Pero lo que más nos preocupa como sindicato son los costes sociales ligados a este negocio real: en primer lugar hay un problema de carácter patológico (hay más de 800.000 personas en riesgo de adicción), familias enteras destruidas, trabajadores (incluidos los metalúrgicos ) que ya no pueden trabajar, jubilados que se juegan sus pensiones, numerosos casos de suicidios por demasiadas deudas, por no hablar de las infiltraciones mafiosas que blanquean dinero a través de las máquinas tragamonedas y los casos de usura que cada vez van en aumento.
Las ganancias van a las empresas que operan en el negocio, los costos recaen en la comunidad (costos de salud para el cuidado de los jugadores, lucha contra el crimen).
La idea básica es similar a la del Cash Mob que organizamos hace unos días en Aversa: premiar como consumidores -mediante un desayuno o un aperitivo en grupo numeroso- a los bares que han hecho una elección ética y responsable, renunciando máquinas tragamonedas, para capacitarnos a votar con la billetera y concientizar a nuestras comunidades sobre el tema. Al optar por comprar solo en bares sin Slots, ningún cantinero estaría dispuesto a ofrecer en el mercado un producto que nadie pide. Utilizamos la misma lógica de mercado, pero con fines éticos y morales. Además de la consumación, se agrega un juego, como un juego de futbolín, para reafirmar su valor cuando no es enfermizo, como las apuestas que conducen al aislamiento y la adicción.
Finalmente, apelamos al Estado, al presidente Mattarella: el Estado debe tomar cartas en el asunto, no limitarse a una campaña de "juego responsable". El fenómeno, y sus repercusiones sociales, son demasiado graves y generalizados para detenerse en esto: se deben tomar medidas para quitar la gestión del juego a las empresas comerciales que lo alientan a obtener ganancias; el Estado debe asumir plena responsabilidad por ello.
El sábado 7 de mayo nos uniremos como Fim a los Slotmobs organizados en más de 50 ciudades de Italia (Roma, Bolonia, Florencia, Bari, Mantua, Catania, etc). Creemos que el sindicato debe ser un sujeto atento y protagónico cuando está “en juego” el bienestar psicofísico de los trabajadores y de las personas; nosotros también debemos elegir dónde quedarnos y tomar posiciones claras y fuertes para mejorar nuestra sociedad.
