“El contrato nacional representa una herramienta importante y una gran oportunidad de cambio para el país. Al igual que Fim, lo defendimos previendo también excepciones. El decreto que está trabajando el Gobierno está bien si el texto demuestra la renuncia a cobrar los salarios mínimos legales y si hace referencia al Texto Refundido de 2014 sobre derogaciones, sin tocar los mínimos, y sobre representación”. Así lo afirmó el secretario general de la Fim Cisl, Marco Bentivogli, hablando vía skype en la conferencia organizada en Sondrio por Think-in titulada "Cómo cambia el trabajo y por qué", a la que asistieron el gerente general de Federmeccanica Stefano Franchi y el el senador Pd Mauro del Barba.
Según el dirigente de la Fim, "este es un país antiindustrial, porque todo el sistema estatal, desde la burocracia hasta el fisco, tiende a desincentivar los negocios y eso es un problema: los distintos gobiernos han fomentado posiciones que amparan los ingresos de una cierto capitalismo italiano, como demuestran los recientes casos de fuga de capitales de la empresa de la 'lista Falciani' ayer y hoy el caso 'Panama Papers' en cuyas listas me parece difícil encontrar trabajadores”.
Bentivogli agregó que “lamentablemente nuestra clase política, entre las europeas, tiene poca conciencia de la cuestión industrial, y esto es paradójico, porque Italia está condenada a una vocación industrial. Somos un pequeño país sin materias primas que, para pagar las importaciones de bienes que no tenemos, está condenado a exportar: sin industria el sistema no funciona. Necesitamos una visión y perspectiva estratégica”.
Sobre la reciente polémica desatada por las generalizaciones del Primer Ministro sobre FCA, el dirigente de la Fim subraya cómo los trabajadores tienen claro quiénes trabajaron en el sindicato para que se pudiera lograr lo que ahora es FCA y CNHI. “Por eso hoy la Fim Cisl es en gran parte la organización sindical líder del Grupo. Por supuesto – concluyó Bentivogli – se necesitaría mayor discernimiento para no equiparar a quienes huyeron de la negociación para refugiarse en programas de entrevistas y quienes en cambio recibieron agresiones en oficinas y amenazas a delegados. En cambio, un estadista debe potenciar las energías positivas y vitales del país, y el primer ministro debe recuperarse de esto”.
