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Bélgica, después de 400 días surge una hipótesis de gobierno. Programa de liquidación de deudas más cercano

Mejoró en las negociaciones entre las principales fuerzas políticas del país, lo que es un buen augurio de cara a la conformación de un nuevo ejecutivo a partir de mediados de agosto. Se refuerza la posición del negociador designado Elio di Rupo y, con él, crecen también los precios de su plan sancionador por valor de 22 millones para 2015.

Bélgica, después de 400 días surge una hipótesis de gobierno. Programa de liquidación de deudas más cercano

Incluso sin gobierno durante 400 días, Bélgica está creciendo: el PIB ha aumentado un 2,4%. Sin ejecutivo, sin embargo, la deuda también sube, y sube al 100% del producto interior bruto, en el tercer puesto de la Unión Europea. Sin embargo, según las noticias más recientes, finalmente parece haber un claro en el horizonte. El día de la fiesta nacional belga, ocho fuerzas políticas alcanzaron un acuerdo capaz de sacar al país de la crisis en pocas semanas, dando lugar a la formación de un nuevo ejecutivo. El resultado se deriva de la decisión de excluir de la mesa de negociación a N-Va, el partido separatista flamenco, principal obstáculo para las negociaciones hasta el momento. Transversales, ya que involucran tanto a fuerzas políticas francófonas como flamencas.

Hay, sin embargo, un punto débil: la atracción ejercida por el partido secesionista, que salió victorioso en las últimas elecciones en Flandes, sobre la otra formación flamenca, la demócrata cristiana (CD&V), que aceptó a regañadientes participar en las mesa rompiendo con compatriotas de N-Va. Sin embargo, la nueva situación mejoró la posición del negociador designado por el rey Alberto II, el socialista Elio di Rupo. Hace apenas unos días, la mediación parecía haberse estancado definitivamente, tanto que di Rupo dimitió, lo que luego fue rechazado por el rey.

Sin embargo, junto a la del exponente socialista, la noticia de hoy también podría fortalecer la suerte de su programa de consolidación de las finanzas públicas, un riguroso plan por valor de 22 millones de euros para 2015. Objetivo: evitar acabar bajo el escrutinio de los ratings, cuyos informes últimamente han mantenido en jaque a tantos países de la zona del euro. El final del juego se pospuso para mediados de agosto, después de lo que el propio rey llamó una "tregua bien merecida".

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