“Estamos operando en aguas en gran parte desconocidas, pero lo importante es que en cada caso hemos sido capaces de definir políticas monetarias efectivas para hacer frente a una serie de shocks sin precedentes y lo hemos hecho basándonos en los mejores indicios que la investigación podía proporcionar”. El presidente del BCE, Mario Draghi, aprovechó la primera conferencia anual del banco central sobre investigación económica, que tiene lugar en Fráncfort, para responder a las críticas provenientes de sectores políticos no solo de Alemania sobre las opciones más atrevidas de política monetaria política para evitar la trampa de la deflación en la zona del euro. Esta tarde, miércoles, Draghi estará en el Bundestag para debatir con los diputados alemanes.
Toda la atención del día está en la discusión con los parlamentarios alemanes. La conferencia es un anticipo de los temas que se abordarán. No es desde hoy que en Alemania se cuestionan los motivos y las consecuencias de una política monetaria que según algunos (el Bundesbank por ejemplo) está al límite de respetar el mandato de independencia de los gobiernos y el mandato relativo a la estabilidad de precios. .
Draghi no lo dice de forma explícita, pero lo desquita con una visión excesivamente mecanicista de la crítica, como si la parafernalia a disposición de un banco central y la intensidad de su uso no dependieran de situaciones económicas y financieras extremadamente variables. “Para cumplir con nuestro objetivo de inflación, tuvimos que implementar una amplia gama de nuevas medidas, algunas de las cuales no tenían precedentes en la zona del euro y tuvimos que actuar más rápido de lo que la academia pudo producir, por lo que nuestro trabajo se basó en la investigación interna del BCE” .
En esencia, el BCE no tuvo más remedio que "actuar e investigar al mismo tiempo". Ahora es el momento de que la academia trabaje, de “ayudarnos a evaluar lo que hemos hecho, ofrecer análisis que nos preparen para el futuro”. Se necesita un "escrutinio". Mientras florece la literatura -y con razón- que acusa a los economistas que en su mayoría han subestimado los riesgos sistémicos y no han visto la acumulación de factores de la crisis que primero azotó a EE. UU. y luego a Europa, Draghi cambia la pelota hacia adelante. Y destaca tres campos de investigación que también reflejan los problemas no resueltos en la fase actual. El primero es la interacción entre las políticas monetarias y otras políticas, lo que él mismo denominó recientemente 'independencia en la interdependencia'.
El BCE puede actuar, es decir, puede parar los golpes de la deflación sobre la economía para restablecer una dinámica de precios en la dirección del 2%, pero si los gobiernos se quedan quietos -éste es el razonamiento de la Eurotorre- es como llenando el mar con una cuchara. En términos económicos, para impulsar las tasas de interés lejos de la zona cero",necesitamos reformas estructurales para aumentar el crecimiento potencial en la zona del euro y, por tanto, hacer subir los tipos a largo plazo”. Los ahorradores alemanes, obsesionados con recortar la rentabilidad de sus ahorros, también se defienden de esta forma.
