Malos augurios vienen de Bruselas. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, calificó la situación en la eurozona de "extremadamente grave" por la crisis de la deuda, y añadió que las consecuencias de un posible fracaso de la cumbre extraordinaria de mañana se sentirían "en toda Europa y más allá".
En la rueda de prensa diaria del ejecutivo de la UE, Barroso pidió a los líderes europeos que respeten los compromisos asumidos para garantizar la estabilidad del euro, pidiendo a todos "mostrar la ética de la responsabilidad europea". Incluso desde París hacen saber que quieren encontrar una "respuesta duradera" a la situación griega a partir de mañana. El presidente Nicolas Sarkozy estará en Berlín esta tarde para reunirse con la canciller alemana Angela Merkel. Ambos discutirán las posiciones cruciales de la pareja franco-alemana de cara a la cumbre de mañana.