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Bancos, la reforma Hollande llega a Francia: separación entre retail e inversión y prohibición de HFT

La nueva ley deseada por el presidente francés para reformar el sistema bancario ha sido presentada esta mañana en el Consejo de Ministros: la separación entre banca tradicional y de inversión es interesante pero, según el propio ministro de Economía Moscovici, todavía demasiado blanda -Por otro Por otro lado, la prohibición del comercio de alta frecuencia es clara.

Bancos, la reforma Hollande llega a Francia: separación entre retail e inversión y prohibición de HFT

Fue una de las principales promesas de campaña del presidente francés François Hollande, en su famoso discurso de Le Bourget en enero de 2012: reformar el sistema bancario y trazar una línea, lo más clara posible, que separe las actividades tradicionales de las entidades de crédito de las especulativas. Casi un año después, el inquilino del Elysium se espera en el punto: su propuesta de reforma del sistema bancario es presentada hoy por el Consejo de Ministros. Pero ¿cuál es su contenido? Y sobre todo, ¿respeta los objetivos planteados?

El principio anunciado por Hollande hace once meses era claro: Separar los servicios de banca minorista, a los que cualquiera puede acceder, de los bancos de inversión, que tienen actividades más sofisticadas y, a menudo, especulativas., y están dirigidos a personas con información privilegiada y grandes inversores internacionales. Sobre todo, esta separación debería animar a los bancos a ejercer una mayor moderación, pero también y sobre todo evitar que los Estados tengan que salvarlos cada vez de la quiebra, sobre todo cuando fueron precisamente los departamentos de mercado los que llevaron a la quiebra. Por lo tanto, en caso de una nueva crisis financiera, el Estado debería rescatar única y exclusivamente a los bancos tradicionales, y no a los especializados en especulación.

En comparación con la premisa interesante y compartible, el texto presentado hoy en el Consejo de Ministros parece bastante aguado: las actividades apuntadas, según dijo el propio Ministro de Economía Moscovici, son mucho menos numerosas de lo inicialmente previsto y sobre todo no serán administrados por un banco diferente sino simplemente por una sucursal separada, con el riesgo siempre inminente de contaminar las cuentas de la "empresa matriz" y forzando al Estado a otro rescate “acumulativo”.

Sin embargo, la ley introduce dos novedades a la altura de las expectativas, empezando por prohibición del comercio de alta frecuencia (HFT), cuya actividad consiste en programar ordenadores para que realicen, gracias a su velocidad, pequeñas pero numerosas ganancias. En tal sistema, la especulación ya no es ni siquiera manual sino incluso automatizada, aumentando dramáticamente el riesgo de contagio. Otras actividades que estarán prohibidas por la ley Hollande, son transacciones realizadas por cuenta propia por bancos en el mercado de derivados de materias primas agrícolas.

En general, sin embargo, la reforma es juzgada por muchos como decepcionante: primero por las ONG, luego por muchos conocedores, como un banquero que dijo a la AFP bajo anonimato que la nueva ley "cambiará muy poco: será limitada, para no crear demasiada vergüenza a los bancos franceses". Sí, porque si Elysium ha optado deliberadamente por no enfurecerse, la razón es muy simple: preservar al sector bancario transalpino de la competencia internacional, que en cambio seguiría actuando bajo las reglas actuales. Por no hablar del programa Basilea 3, que ya obliga a las instituciones europeas a ser más sólidas financieramente. En definitiva, la lanzada por Hollande con esta iniciativa es una pequeña y apreciable señal, pero con la cautela de quien sabe que no puede ir a romper demasiados huevos en la cesta. ¿Será efectivo?

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