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Bancos y celulares: llega la tarjeta habilitada para pago con tarjeta de crédito

Después de años de estudio y experimentación, será posible insertar una tarjeta en un teléfono móvil que permita el tráfico comercial y el pago con tarjeta de crédito.

Bancos y celulares: llega la tarjeta habilitada para pago con tarjeta de crédito

L'Espresso de esta primera semana de noviembre informa la noticia de un acuerdo entre las principales operadoras de telefonía y los principales bancos del país. Después de años de estudio y experimentación, será posible insertar una tarjeta en un teléfono móvil que permita el tráfico comercial y el pago con tarjeta de crédito.

La tecnología utilizada es la comunicación de campo cercano NFC, lo que requiere cambios sustanciales en las tarjetas físicas y los puntos de venta. Si quisiéramos cubrir toda Italia, las inversiones serían enormes para 50 millones de tarjetas y más de un millón de pos. Dentro de dos o tres años, las intervenciones previstas deberían afectar a trescientos mil pos. Sin embargo, Italia es uno de los mercados más interesantes del mundo debido al uso extensivo y generalizado de efectivo en nuestra economía y, por lo tanto, vale la pena invertir en todo lo que pueda contrarrestar su presencia.

Lo que más me interesa es la naturaleza de este tipo de acuerdos que podrían marcar una profunda transformación de la industria de pagos que siempre ha estado en manos de los bancos. No tenemos todos los elementos del acuerdo pero algunos aspectos tomados de la prensa ayudan a entender de qué se trata.

Una entidad bancaria que cuenta con una licencia bancaria y una base de datos de clientes en cumplimiento de los parámetros normativos en materia de transparencia y prevención de blanqueo de capitales se alía con las empresas de telecomunicaciones para extender la operativa con tarjetas especialmente a los micropagos.
Se ha renunciado a las entidades de pago y las entidades de dinero electrónico para maximizar los beneficios regulatorios y económicos que combinan el producto bancario y el teléfono móvil.

Será interesante, además de los perfiles antimonopolio, seguir la evolución y los cambios que esto producirá en los bancos y en las relaciones de poder y de mercado entre los sujetos bancarios y los de la telefonía móvil. Los productos estandarizados inclinan la balanza a favor de los teléfonos móviles (su número es superior al de las tarjetas) y reducen el número de sucursales bancarias. El banco se limita a un proveedor de licencias bancarias, selección de clientes y, sobre todo, la canalización de transacciones de pago en sistemas de compensación y liquidación que están legalmente prohibidos para las empresas de telecomunicaciones. Por los servicios antes mencionados, el banco recibirá regalías.

La distribución de productos bancarios y un gran número de transacciones están encomendadas a las empresas de telefonía móvil y estas últimas probablemente se apropiarán de una gran parte del valor añadido inducido por las transacciones de telefonía móvil. Totalmente de acuerdo y renunciando obviamente a competir con los bancos.

Se trata de una operación que movilizará ingentes recursos para las inversiones a realizar y que determinará una nueva estructura tarifaria diferente a la anterior en las operaciones con tarjeta sobre la que también sería interesante conocer algo.

Y en materia de regulación y controles, valdría la pena realizar una prueba de resistencia entre los distintos prototipos regulatorios existentes en el sistema financiero. Los bancos, las instituciones de pago y los imels están sujetos a control, pero no las telcos que operan en conjunto con los bancos al punto de hacerlos cautivos en los servicios de pago. ¿Qué implicaciones se pueden imaginar al dejar sin regular a todo un sector y que al parecer será uno de los más dinámicos en el futuro? ¿Qué restricción regulatoria impide que las empresas de telecomunicaciones operen directamente en el sector de pagos compitiendo con los bancos en beneficio de los consumidores?

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