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Austria: canciller Kurz acusado de corrupción

Según los magistrados, en 2016 encargó y falseó unas encuestas (pagadas con dinero público) con el único objetivo de llegar a lo más alto del Partido Popular

Austria: canciller Kurz acusado de corrupción

Problemas judiciales para la canciller austriaca Sebastian Kurz, uno de los rostros más conocidos de la derecha rigorista europea. Según la Fiscalía Anticorrupción, en 2016 el actual jefe de gobierno de Viena habría encargó y falsificó algunas encuestas financiadas con fondos públicos y publicado por el tabloide Austria. Los presuntos delitos son corrupción, ayudando e incitando e abuso de cargo.

Junto al canciller, varios miembros de su séquito también están siendo investigados por los mismos delitos: los portavoces Johannes Frischmann y Gerald Fleischmann y el concejal Stefan Steiner. Los magistrados también están en la mira de Sophie Karmasin, quien, como funcionaria del Ministerio de Finanzas, presuntamente entregó fondos públicos a Kurz para pagar las encuestas amañadas, y los editores de Austria, Wolfgang y Helmuth Fellner.

En el momento material, hace cinco años, Kurz aún no era el canciller-halcón de hoy, pero trabajó para llegar a serlo: el puesto que ocupó fue el de Ministro de Asuntos Exteriores y fue considerado por todos como la estrella en ascenso del Partido Popular Austriaco.

Y justo la ambición de llegar a la cima ese sería el origen de todo. Para desacreditar al entonces líder del partido, Reinhold Mitterlehner, Kurz habría transferido el dinero recibido del Ministerio de Hacienda (1,3 millones de euros) al grupo editorial Österreich a través de ofertas de anuncios falsos.

Según los magistrados austriacos, las encuestas en el centro del escándalo "estuvieron motivadas únicamente por razones partidistas y se suponía que debían servir avance Kurz y sus confidentes más cercanos”. El Partido Popular rechaza todas las acusaciones y habla de "mentira", al igual que la redacción Austria.

La investigación sobre Kurz nació casi por casualidad, mientras los investigadores analizaban unos teléfonos incautados en otra investigación, la del llamado "Ibizagate". En ese caso, otro exponente de la derecha austriaca acabó en la tormenta, Heinz-Christian Strache, filmado mientras hacía una genuflexión ante la supuesta descendiente de un oligarca ruso para pedirle favores. El vídeo, grabado precisamente en la isla española de Ibiza, puso fin de raíz a la carrera política de Strache.

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