La lucha de Apple por conquistar el mercado de las tabletas y los teléfonos inteligentes continúa. Y hoy el gigante californiano, del que el viernes dimitió el consejero delegado Steve Jobs, ganó otra batalla. Antes de poder comprar un Galaxy 10.1 en Australia, habrá que esperar al resultado de la sentencia sobre la disputa con Apple, prevista para finales de septiembre. Samsung, el mayor vendedor de dispositivos que utilizan el sistema operativo Android de Google, ha decidido que retrasará la venta de la tableta después de la victoria lograda la semana pasada en Holanda.
El gigante estadounidense había demandado a los surcoreanos a principios de agosto, acusando a la empresa de infringir algunas de sus patentes en sus tabletas Galaxy 10.1. Samsung acordó retrasar el lanzamiento del producto en Australia, pero no se da por vencido. El gigante surcoreano seguirá defendiendo el caso y presentará una denuncia contra Apple en el Tribunal Federal de Australia.