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Antares Vision, la compañía de dos investigadores de Brescia para conquistar el mundo

De un proyecto de dos estudiantes universitarios de Brescia en los laboratorios de la universidad local, nació una empresa de joyas, especializada en verificar la integridad de los productos y en la lucha contra la falsificación, sobre todo en los campos farmacéutico y alimentario: en pocos años llegó a la bolsa y se abre paso en los mercados internacionales

Antares Vision, la compañía de dos investigadores de Brescia para conquistar el mundo

Su misión es realizar el Seguimiento y Localización de cualquier producto en cualquier momento de su existencia, desde los laboratorios o talleres donde toma forma hasta las estanterías de los supermercados o farmacias. Nada escapa a la ojo privado de Antarés, una multinacional del conocimiento nacida de los laboratorios de la Universidad de Brescia. Pero hay una excepción: el distintivo no se utiliza para entrar y salir de la sede de la empresa. “No hay razón para controlar a nuestros empleados”, explica Emidio Zorzella, de Brescia “no solo por nacimiento sino también por carácter”, una debilidad por la optoelectrónica, así como por la música. Pero, sobre todo, una atracción por el potencial de la inteligencia artificial, compartida con mi amigo y compañero de estudios Massimo Bonardi de Monte Isola.

Dos talentos dedicados a la investigación que, a cambio de su contribución a un programa de investigación sobre física de materiales, obtuvieron en 1998 el permiso para utilizar los laboratorios de la universidad de forma gratuita. una historia de la economia basado en el conocimiento más que en los capitales (que los dos no tienen) en 2007 cuando, en una pequeña oficina en Castel Mella, cerca de Brescia, con una cartera de clientes de 4 millones de euros y sólo 18 empleados, arranca la actividad de Antares Vision, hoy multinacional que cotiza en la Segmento estrella de la Bolsa de Valores de Milán, con 27 sucursales e instalaciones productivas que atienden a setenta países. Una empresa de rápido crecimiento que está alcanzando el hito de mil empleados (100 unidades más al año, 60% graduados, 26% activos en investigación y desarrollo). Un líder mundial nacido "de un pequeño laboratorio de ideas - dicen los fundadores - Hoy nos hemos convertido en líderes mundiales pero nuestras intenciones siguen guiadas por el mismo espíritu pionero del pasado".      

Todo parte de una idea de negocio: garantizar la integridad de un producto y la transparencia en cada paso de la cadena de producción y distribución a través de la gestión inteligente de datos, un objetivo ahora al alcance de los consumidores gracias a diversas herramientas, empezando por los teléfonos inteligentes. “Los primeros clientes -explica Zorzella- los encontramos en el sector farmacéutico, por razones obvias el sector más sensible a las regulaciones y atento a las falsificaciones” que, además, presenta dos condiciones favorables para la afirmación de un proveedor local: una industria fuerte, porque desde el punto de vista de la fabricación, Italia es líder en Europa. No menos importante es la primacía en el packaging, en el que los grupos de nuestra casa no tienen rival. La gran oportunidad se produjo en 2008 cuando Turquía, la primera nación del mundo, inauguró un sistema farmacéutico Track & Trace para combatir la falsificación. “Una multinacional –recuerda Zorzella– inició un ambicioso proyecto para equipar cinco líneas automáticas y una manual para cumplir con la legislación turca a finales de año. Asumimos el desafío, desarrollando y adaptando una empaquetadora y estuchadora en un tiempo récord: ¡seis meses!”.   

Es el trampolín de la pequeña joya de Brescia que no duda en desafiar al gigante Siemens en el concurso convocado por Sanofi. Y David, como sucede a veces, vence a Goliat. Jean Marc Bobée, director gerente de Sanofi, declarará que eligió Antares Vision "por el compromiso, la pasión y la experiencia combinados con nuestra increíble flexibilidad". La empresa con sede en Brescia se proyecta así en el mercado global: a lo largo de los años, Johnson & Johnson, Merck y otras empresas globales se unirán a las 40 plantas y más de 400 líneas de Sanofi repartidas por todo el mundo. Pero no vives solo de medicinas. Las tecnologías desarrolladas por Antares Vision, que ofrecen la posibilidad de suministrar los productos de una tarjeta de identidad a prueba de falsificación, se adaptan perfectamente a la alimentación, las bebidas o la cosmética, los campos en los que Antares, que mientras tanto ha crecido financieramente (también gracias al apoyo estratégico italiano) y en tecnologías (la victoria en el Campeonato Nacional de Innovación en 2014), pretende hoy hacer un buen uso de sus conocimientos.

Partiendo, sobre todo, de la alianza a cuatro bandas para contrarrestar la falsificación de los productos Made in Italy, especialmente en los mercados internacionales, gracias a las etiquetas inteligentes que acompañarán a los jamones, quesos y verduras "del campo a la mesa". Por eso nació RurAll, empresa participada a partes iguales por Antares, Bf (grupo agroindustrial cotizado en bolsa), Sdf (tractores) y Bluarancio, empresa de Tecnologías de la Información líder en la creación y gestión de plataformas para el sector agrícola italiano, brazo operativo de Coldiretti en Tecnologías de la Información y la Comunicación. “Hoy se estima que hay tres cartas de tarot en el mercado para un verdadero producto Made in Italy. En perjuicio de los consumidores”, comenta Zorzella.

Acuden clientes de todo el mundo, atraídos por esta fruta de los valles de Brescia, en transición del acero a la ciencia de la recopilación inteligente de datos, que cada año acoge a chicos (y chicas) de secundaria que desarrollarán sus talentos en el centro de formación, abierto a clientes y filiales extranjeras (incluidas las últimas adquisiciones en Estados Unidos). Un centro de excelencia donde, repiten los fundadores, “nos gusta dominar la complejidad a través del análisis de horizontes de datos cambiantes e intrincados. A través de esta fascinante mezcla de disciplinas, trabajamos todos los días para proteger los productos a lo largo de la cadena de distribución. En cualquier mercado”. El camino, aseguran, no ha hecho más que empezar.

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