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Ansonica Scoglio Nero: un vino precioso, un tesoro de los sabores mediterráneos de la Isola del Giglio

Tenuta Isola Nel Giglio produce un vino fino en una hectárea de viñedo con vistas al mar en la Isola del Giglio, que reproduce el legado de un pasado etrusco en clave moderna. La idea surgida de la intuición de un empresario francés

Ansonica Scoglio Nero: un vino precioso, un tesoro de los sabores mediterráneos de la Isola del Giglio

Conocido sobre todo por su belleza natural, el mar cristalino esmeralda, los fondos marinos ricos y pescados, la isla de giglio tiene un territorio todavía salvaje en un 90% donde aún reina el matorral bajo mediterráneo con sus colores y olores. Los que se acercan por mar pueden ver unos viñedos encaramados en terrazas con vistas al mar. En poco más de una hectárea la Isola nel Giglio Estate produce una buen vino blanco en el que se encierran la historia, la tradición y el intenso y variado paisaje insular del que procede, la Roca Negra de Ansonica.

De color amarillo dorado brillante con ligeros reflejos ambarinos, Ansonica Scoglio Nero conserva todo el carácter de la maquia mediterránea, con notas que remiten a helicriso, manzanilla y frutas confitadas, enriquecidas por una ligera y elegante nota amaderada.

Nacido del deseo de valorizar los lugares fascinantes del vino Giglio, el proyecto de Finca Isola en Giglio lleva la firma de philippe austruy, un emprendedor francés que en 2019, con la ayuda del agrónomo Alessandro Fonseca, identificó y compró un pequeño viñedo en la perla del archipiélago toscano. Aquí fundó la bodega y comenzó a vendimiar las primeras uvas, de las que salió el Vino Ansonica con la etiqueta Scoglio Nero, topónimo que rinde homenaje a la conformación rocosa de la zona.

“El objetivo enológico – explica Alejandro Fonseca, ahora director de la finca- fue buscar la máxima expresión cualitativa de esta particular vid, analizando todos los aspectos del cultivo y la vinificación para reproducir en clave moderna ese elegante néctar que ya había encantado a los pueblos antiguos”.

La historia del vino deIsla de los lirios de hecho, tiene raíces milenarias. Diversos hallazgos arqueológicos -entre ellos pecios que contienen ánforas y otros materiales utilizados para el transporte del vino y restos de depósitos de vinificación excavados directamente en el granito-, además de las numerosas terrazas, confirman la atención de los isleños por el vino ya en el Época etrusca-romana. Un legado del pasado que hoy poco a poco se va recuperando y potenciando gracias a 10 productores con 20 hectáreas de tierra distribuidas en varios puntos de la isla.

Ansonica Scoglio Nero: producción limitada de 800 botellas para un vino fino que reproduce el legado de un pasado etrusco en clave moderna

Peculiaridades de Finca Isola en Giglio es la forma de cultivo de vides jóvenes, concentrando todo el potencial aromático y la energía solar de este terroir marino en tan solo unas pocas uvas por planta, mientras que las arenas de origen granítico garantizan el perfecto equilibrio vegetativo-productivo para la obtención de uvas con alto potencial enológico. El vid ansónica aquí encuentra una adaptación cualitativa única, caracterizada por un importante vigor y una marcada resistencia a la sequía.

La uva, 100% Ansonica, rigurosamente vendimiada a mano, se despalilla al llegar a bodega, se fermenta sin prensar y se vinifica en depósitos de acero a temperatura controlada. La duración de la maceración se prolonga durante toda la fase de fermentación alcohólica y, según el grado de maduración, puede extenderse también a la posterior fase de afinamiento sobre lías finas. Una parte del vino obtenido se envejece en barricas de segundo y tercer paso, mientras que el resto envejece en recipientes de gres, para asegurar el grado de microoxigenación necesario para la evolución de la matriz tánica extraída durante la fase de maceración. De roca negra ansonica solo se producen 832 botellas de 0.75 l y 50 botellas de 1.5 l

 “Nuestra intención –explica Fonseca, quien junto a los dos jóvenes y talentosos enólogos Cosimo Casini y Maria Sole Zoli se ha comprometido a mantener las características de elegancia y refinamiento de los procesos originales– es respetar la tradición y el lugar de origen, desde el primer sorbo esa explosión de perfumes que invade nuestro viñedo durante la temporada, desde las flores del matorral mediterráneo hasta la sensación salina y yodada, propia de la brisa marina que sopla en aquellas laderas”. El resultado de la investigación y dedicación del equipo es un vino en el que la sensación táctil del granito convive armónicamente, debido a la marcada mineralidad del territorio y la suavidad del tanino. En copa el vino se caracteriza por un color amarillo dorado brillante, con ligeros reflejos ambarinos. En nariz expresa todo el carácter de la maquia mediterránea del lugar de origen, intenso y variado, con una marcada presencia de flores amarillas y notas que remiten al helicriso, manzanilla y frutas confitadas, rodeadas de una ligera pero presente elegante nota amaderada. En boca el sorbo es amplio y con cuerpo, caracterizado por una matriz tánica armoniosa y bien suavizada durante el refinamiento.

El final, ligeramente amarostico, deja paso a notas minerales y saladas que dejan la boca seca y extremadamente limpia. Maridaje: Quesos añejos, de sabor fuerte e intenso.

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