Las exportaciones son cada vez más importantes para las empresas agroalimentarias italianas, que entre 2007 y 2014 vieron crecer la parte de su facturación vinculada a las exportaciones del 27 al 36 por ciento. Esto es lo que surge del Observatorio "Certificación y calidad en la cadena agroalimentaria" creado por Accredia, el único organismo italiano de acreditación, en colaboración con Censis. La encuesta involucró a unas mil empresas certificadas.
El estudio también muestra que Italia ocupa el primer lugar en Europa en certificados DOP e IGP, con 273 productos alimenticios y 603 vinos, y que la gran distribución, que comercializa el 65% del producto agroalimentario en Italia, impone certificaciones a todo el proceso de la cadena de suministro para garantizar la seguridad y la trazabilidad.
Para las empresas entrevistadas, en promedio, el producto certificado representó más del 70% de la facturación, superando el 80% para aproximadamente la mitad de las empresas en posesión de la certificación Orgánica o DOP-IGP. Además, para el 84% de las empresas encuestadas, la certificación poseída permitió mejorar la reputación corporativa y potenciar los productos, para el 80% permitió aumentar la seguridad y los controles de los productos, para el 62% relacionarse mejor con los clientes y para el 58% % para aumentar la facturación.
El 36,7% de las empresas certificadas declararon que lograron crecer durante la crisis y el 45,3% confirmaron que se mantuvieron sustancialmente estables. Para la segunda mitad de 2015, el 20,7% espera una facturación creciente y el 65,7% sustancialmente estable, mientras que para los próximos tres años la participación de los optimistas sube incluso al 41,6% y la de los que esperan una estabilidad sustancial pasa al 40,8%.
El 39% de las empresas certificadas entrevistadas que cuentan con su propio sitio web lo utilizan para vender sus productos y cerca del 80% de todas las empresas entrevistadas los distribuyen directamente al consumidor final. Finalmente, el 73,4% pertenecen a consorcios de protección de marcas, el 32,8% a organizaciones de productores, el 16,5% a cooperativas y el 10,8% a redes empresariales, denotando una fuerte propensión al asociacionismo.