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Agencias de rating: el Parlamento Europeo aprueba la reforma

Con una amplísima mayoría, con 579 votos a favor, 58 en contra y 60 abstenciones, el Parlamento Europeo ha aprobado hoy en Estrasburgo un nuevo reglamento sobre las agencias de calificación. La regulación interviene sobre conflictos de interés, nuevas reglas sobre la publicación de informes, la obligación por parte de los emisores de contactar a varias agencias.

Agencias de rating: el Parlamento Europeo aprueba la reforma

Aquí viene la espera reforma de las agencias de calificación, las empresas que "votan" la fiabilidad de los deudores internacionales.
La "tríada" de calificación, formada por los gigantes Standard & Poor's, Moody's y Fitch, se verá afectada ahora por la nueva regulación lanzada hoy en Estrasburgo, un texto con el que el Parlamento pretende "reducir la excesiva dependencia de las calificaciones de la deuda soberana". 

En adelante, las agencias deberán cumplir con ciertas criterios de transparencia en el fondo de sus sentencias, y será aún más hazte responsable en caso de que emitieran demasiado a la ligera, como ha ocurrido a menudo en los últimos años, sentencias precipitadas o incompletas.

El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, dijo estar especialmente satisfecho con el nuevo paquete de reformas, que representa un importante paso adelante para la transparencia de los mercados financieros. En el propio mercado de agencias, la "tríada" en realidad disfruta de una posición de monopolio, y la esperanza del Parlamento Europeo es que las nuevas reglas puedan promover mayor competencia en el mercado de calificación, mejorando su eficiencia y fiabilidad.

En este caso, las agencias no podrán emitir calificaciones no solicitadas por los emisores más de tres veces al año, según un calendario que deberá ser comunicado previamente, antes del 31 de diciembre. En caso de que deseen publicar un mayor número de informes, deberán justificar detalladamente la elección, si el análisis no ha sido solicitado previamente por un Estado. Las calificaciones deben publicarse solo después del cierre de los mercados y al menos una hora antes de la apertura de las bolsas.

Tratándose de emisores privados, éstos deberán ser notificados de la publicación de la sentencia con por lo menos con un día hábil de anticipación, para permitir a la empresa corregir cualquier error por adelantado y evitar repercusiones en los precios de las acciones.

Las valoraciones ya no pueden ser "positivas", es decir, las agencias tendrán que abstenerse de enumerar recetas de política económica a los clientes. Además, a partir de ahora quedará prohibida la publicación de anticipos sobre ratings "cluster". ya no se anunciará que los informes de solvencia de varios países se publicarán en breve. La regla se introdujo para evitar choques sistémicos y tensiones simultáneas en los mercados financieros.

Uno de los aspectos más controvertidos del mercado de calificación es que las agencias están involucradas en conflictos de intereses que socavan su independencia. Para reducir este riesgo se espera que la participación accionaria de las agencias debe ser "amplia", por lo que ningún accionista puede poseer más del 5% del capital de varias agencias (a menos que pertenezcan al mismo grupo), mientras que para aumentar la competencia los emisores de activos titulizados deberán buscar una nueva agencia de calificación al menos cada cuatro años (excepto en el caso de que ya recurran a agencias menores, que de esta manera tratamos de facilitar en competencia con los gigantes de la "tríada"). Quedarán exentos de la obligación los emisores que utilicen simultáneamente al menos cuatro agencias que valoren al menos el 10% de los activos financieros estructurados emitidos.
En caso de que una agencia emitiera una calificación en contravención de la regulación, los inversores que dependan de esta calificación para su actividad de compra y venta de activos y valores podrán demandarla.

El propósito del nuevo marco regulatorio, de hecho, es dar impulso a la calificación interna, liberando a los emisores de la vinculación excesiva con la calificación externa. Hoy en día, muchas instituciones tienen que vender activos que no reciben calificaciones suficientes (por ejemplo, triple A) de las agencias. Esto conduce a la activación de círculos viciosos que pueden provocar colapsos en el valor de mercado de los bonos públicos y privados, con consecuencias negativas para la estabilidad financiera de los gobiernos y otros emisores.

Por ahora no está prevista la creación de una agencia de calificación europea, pero se fija 2016 como etapa intermedia para comprobar la eficacia de las normas aprobadas esta mañana.

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