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Agudo Van Avermaet, Sagan es el eterno segundo

Para el eslovaco es el decimotercer podio desde su última victoria en el Tour de 2013. Una etapa tranquila para Froome siempre de amarillo. Hoy llego cuesta arriba a Mende

Agudo Van Avermaet, Sagan es el eterno segundo

Greg Van Avermaet pertenece a esa categoría de corredores que siempre se incluyen entre los favoritos en vísperas de las grandes clásicas. Pero a diferencia de sus otros compañeros con rico palmarès, el belga de Bmc casi nunca gana. Muchas ubicaciones pero un solo centro en Paris-Tours. Su victoria con un tramo perentorio en la insidiosa última subida de Rodez es, por tanto, de interés periodístico. Por otro lado, ya no es noticia el segundo puesto de Peter Sagan, abono por excelencia para el podio, el decimotercero del eslovaco en el Tour desde su último éxito en Albi en la edición de 2013. A un paso de la meta, también aprovechando que en los últimos metros la carretera se nivelaba, teníamos la sensación de que el eslovaco de Tinkoff-Saxo por fin podría hacerlo, pero Van Avermaet le ganó por unos centímetros con una patada final.

Una derrota dura de digerir para Sagan que se está convirtiendo en el eterno segundo, un Tano Belloni del ciclismo actual. Tampoco puede consolarse con haber mantenido su liderato en la clasificación por puntos mermado por Greipel que, al ganar una meta voladora, se había convertido en el maillot verde virtual. Amargo para Sagan, la etapa de ayer no aporto nada nuevo, como era de hecho imaginable, en los cuartos superiores de la clasificación. Chris Froome está firmemente en cabeza, los demás ahora parecen resignados a pelear solo por el podio. Una pelea de la que Nibali parece ya excluido, aunque el Tiburón tendrá que hacer algo en este Tour menor suyo, también para silenciar a un intolerante Vinokourov, el director del equipo Astana, que no digiere la mala actuación ofrecida hasta ahora por el maillot amarillo del año pasado.

Etapa de transición tras los Pirineos a la espera de los Alpes, Muret-Rodez estuvo completamente tranquilo para Froome, caracterizado por tres hombres en fuga, a años luz de distancia en la clasificación. Una acción atrevida arrancó desde el principio que se disolvió a 250 metros de la meta cuando De Gendt (el belga que ganó en el Stelvio en el Giro de 2012), el holandés Kelderman y el francés Gauthier fueron agarrados y superados por la furia del grupo. En ese momento, en plena ascensión, afloraba la potencia finisseur de Van Avermaet, que tras cuidar, como hace en cada etapa, a su capitán, el estadounidense Teejay Van Garderen, se llevó un día de gloria para él solo. Hoy el Tour vuelve a subir con el final de altura en Mende, donde en 2010 Joaquim Rodríguez ganó su primera etapa en un Tour.

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