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Acqua, Standard & Poor's rechaza la fragmentación de Lega y M5S

Mientras el contrato del gobierno Lega-Cinque Stelle busca crear otras empresas locales, la calificadora acusa precisamente la pulverización de la gestión. Para mejorar todo el sistema, se necesitan 27 mil millones de inversiones.

Acqua, Standard & Poor's rechaza la fragmentación de Lega y M5S

El agua vuelve a estar en la agenda del gobierno. El único servicio público sometido a referéndum hace años, en las intenciones de la Lega y Cinque stelle, debe ser reorganizado. ¿Como? Con la creación de nuevas empresas de servicios a nivel local. Así está escrito en blanco y negro, en el punto dos del contrato gubernamental que intentará implementar Giuseppe Conte. Una apuesta fuerte, de esas que te hacen pensar, por cómo está montado el servicio de agua. Por problemas de abastecimiento y padecimientos estacionales en muchos puntos de la península. La organización territorial es compleja y aunque el referéndum de 2011 pueda estimular hoy las ideas neoliberales con un aumento de los poderes y escaños locales, no se dice que las cosas vayan a mejorar.

Standard & Poor's Global Ratings revisó recientemente el sistema y produjo un informe que señala con el dedo la fragmentación y la interferencia política local. Puede que Di Maio y Salvini no lo hayan leído, pero la agencia internacional, que también mantiene a Italia en observación para la calificación, no descarta la organización de un servicio tan estratégico. Las influencias políticas locales se consideran factores que pueden comprometer la eficacia de las disposiciones de Arera, la autoridad reguladora de tarifas y gestión. Para S&P, Arera lo está haciendo bien y está absuelto de muchas críticas en el informe. Los aspectos ambientales, en sentido estricto, no son de la Autoridad, pero sí la calidad del agua, el mantenimiento de las redes, dinero invertido, eso sí, con incidencia en las tarifas de suministro. El sistema regulatorio permite a los operadores tener la certeza de la recuperación de capital y costos de gestión, precisamente con la revisión periódica de las facturas. Socavar este equilibrio, concluye el informe, es la posibilidad de que la inestabilidad política en torno a la gestión del agua se traduzca en problemas de gestión, especialmente para las empresas locales ya existentes.

El documento no entra en detalles sobre la organización de las áreas de manejo óptimo, la demora en las nuevas asignaciones de concesión, las licitaciones territoriales a realizar. Son otros capítulos no menos importantes para un bien primario. Queda la cuestión de cómo Lega y Cinque stelle pretenden crear nuevas empresas en la zona. ¿Con qué recursos pretenden capitalizarlos, equiparlos para un plan de reorganización que demanda cuantiosas inversiones? En otras palabras, si Standard & Poor's dice que gracias a la Autoridad Reguladora el sistema está ahora en equilibrio y Cresme de Milán estima un plan de recuperación desde el Véneto hasta Sicilia por valor de 25 millones de euros, ¿realmente es necesario aventurarse en la creación de otros locales? utilidades? ¿No sería mejor encontrar el dinero y empezar con la modernización de los oleoductos, empezando por las fugas? ¿Organizar finalmente una mesa de diálogo seria entre operadores, usuarios, Autoridades, Regiones para crear eficiencia y producir una reforma orgánica? Salvo que sobre el agua Di Maio y su gente quieran volver a intentarlo con sistemas de democracia directa, referéndums, que no producirían ningún avance. Un déjà-vu amargo.

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