Italia "se encuentra en una encrucijada: puede elegir el camino de la reforma y el crecimiento en un contexto de finanzas públicas estables o, por el contrario, deslizarse ineluctablemente hacia el declive económico y social". No se anda con rodeos Giuseppe Mussari, presidente de ABI, quien esta mañana, hablando en la conferencia de ACRI por el Día Mundial del Ahorro, subrayó cómo “nuestro crecimiento real y potencial sigue siendo insatisfactorio. Un susto es fundamental”.
Mussari luego hizo un llamamiento directo al Gobierno: “El tiempo de posponer o esperar ha expirado: ahora es el momento de hacer, y debemos hacerlo, rápido y bien, como sabemos y podemos. Como muestra nuestra historia. Hemos presentado nuestras propuestas para las primeras acciones necesarias y urgentes: son mejorables y estamos listos para discutirlas desde hace algún tiempo. Estamos listos para evaluar propuestas alternativas del Gobierno, pero ya no estamos dispuestos a presenciar la destrucción diaria de riqueza, ahorros, trabajo por postergaciones y vacilaciones en las opciones que el momento requiere”.
Según el presidente de Abi, "el gasto corriente debe ser severamente limitado". Solo así “se eliminarán finalmente los muchos despilfarros, se reducirán los costes insoportables de la política, pero también se harán eficientes sectores muy importantes como la sanidad y las pensiones, cuya reforma es ineludible. Hay que implementar los recortes previstos, y sobre todo hay que golpear el gasto improductivo”.
Italia "tiene fundamentos sólidos -concluyó Mussari-, no es el eslabón débil de la UE, sobre todo en virtud de una industria bancaria "extremadamente sólida", una "deuda agregada baja, un nivel de déficit bajo control, un superávit ya importante y que luego de las intervenciones correctivas crecerán con el tiempo, familias altamente patrimoniales y con poco endeudamiento”.
