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Gira: Majka gana en Risoul con el "placet" de Nibali.

El maillot amarillo se conforma con el segundo puesto obtenido con otro sprint a 4 km de la meta, que le permitió ganar otro minuto plano a Valverde - Rodríguez adelanta primero en el Izoard, la cumbre más alta de este Tour - Mañana en Nimes etapa para velocistas .

Gira: Majka gana en Risoul con el "placet" de Nibali.

En Risoul, Rafal Majka gana la etapa de Izoard. Nibali también alivia el bochorno que de otro modo habría hecho el en plein en las dos etapas alpinas del Tour, dada la facilidad con la que se desprende de sus oponentes en cuanto se decide a hacerlo. El maillot amarillo se conforma con acabar segundo a 24" del polaco, adelantándose a dos segundos a Peraud pero infligiendo otro minuto plano a Valverde, que esta noche está cada vez más lejos en la general aunque se mantiene segundo por unos segundos. , cada vez más amenazado sin embargo por los franceses Bardet y Thibaut Pinot y por el estadounidense Teejay Van Garderen que tiene la ventaja de la contrarreloj de su lado en la penúltima etapa. Pero hay tiempo para decidir quién subirá a ambos lados del podio parisino junto a Nibali, el maestro del Tour. 

Esta mañana partía desde Grenoble un Tour que, de cara al Izoard, con sus 2.360 metros el pico más alto a escalar este año, ofrecía una asistencia al recuerdo de gestas legendarias que unen esta colina a la historia del maillot amarillo. La primera vez de la Grande Boucle que desafió al solemne y terrible Izoard en el escenario lunar de la Casse Deserte fue en 1923 y el belga Philippe Thijs la superó primero. Bartali lo dominó en sus dos Tours ganados en 1938 y 1948. Para conmemorar las hazañas de Coppi y Bobet, hoy hay dos placas fijadas en la roca frente al monumento erigido en memoria del General Baron-Berge a quien debemos la apertura de el camino del puerto en 1893. Hoy Joaquim Rodríguez fue el primero en pasar la cima del Izoard en la búsqueda de puntos por el maillot de lunares de mejor escalador. Pero Purito corre este Tour para encontrar su pierna de cara a la Vuelta tras las caídas de primavera y el Giro de Italia. Como ha ocurrido otros días, su acción se desvaneció y en la última subida de Risoul fue absorbido y adelantado por el grupo de Nibali, mientras que la fuga inicial de una veintena de corredores, nacida incluso antes del ataque en la interminable ascensión de With du Lautaret precediendo al Izoard, sólo dos quedaron al mando de la carrera: Alessandro De Marchi y Majka. El italiano, un luchador nato que logró su mejor éxito en el Dauphiné de Risoul de 2013, cedió. No así el polaco que bajo la mirada de su patrón, el magnate ruso Oleg Tinkoff que le siguió en el buque insignia del equipo dirigido por Bjarne Rijs, se anotó la hazaña más bonita de su joven carrera. Un éxito que salva a la expedición Tinkoff-Saxo en esta Vuelta marcada por la mala suerte por el abandono de Contador. Ayer mismo, tras la carrera de Chamrousse, Tinkoff subrayaba que con Contador en carrera todo habría sido más difícil para Nibali. Nadie lo niega ni lo puede demostrar, ciertamente Nibali que aún hoy partía a cuatro kilómetros de la meta, dejando secos en el acto a Valverde y sus compañeros, fue una demostración más de fuerza que se repite desde el día en Sheffield, cuando Squalo precedió todos por 2” incluidos Froome y Contador. Fue el primer acto de un Tour perfecto hasta el momento.

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