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Stella: Tijeras, Loquenzi y el derecho a la opinión en la función pública

En la columna de Tuttifrutti del Corriere de hoy, Gian Antonio Stella habla sobre la destitución de Aldo Forbice de la dirección de Zapping y su sustitución por Giancarlo Loquenzi - Las polémicas de Tijeras y su intransigente defensa de Berlusconi - La cuestión del derecho a la opinión pública servicio.

Stella: Tijeras, Loquenzi y el derecho a la opinión en la función pública

27 de junio de este año Aldo Tijeras anuncia, sugiriendo que no es su elección, que a partir del XNUMX de julio ya no será el presentador de Zapping, exitoso programa de radio emitido en Radio1, tras 13 años al frente. Desde el 2 de julio el programa, renombrado Zapping duepuntozero, quizás en un intento de marcar una ruptura en la continuidad, vEstá dirigido por Giancarlo Loquenzi. Gian Antonio Stella habla de eso hoy en su columna "Tuttifrutti" en el Corriere della Sera: un tema muy interesante, para aquellos que siguen los eventos de la radio italiana, pero no solo.

Aldo Tijeras es sin duda un personaje controvertido. Por un lado, para hablar por él, están los numerosos premios recibidos a lo largo de su carrera y las igualmente numerosas campañas humanitarias a favor de los derechos civiles y la continuidad con la que, en su programa, abordó temas candentes y probablemente impopulares, como como la tortura, el respeto a la mujer y la pena de muerte.

Por otra parte, sin embargo, existe una historia llena de controversias y su intransigencia sesgada hacia cualquiera que se atreva a tocar a Berlusconi, sobre todo hacia Michele Santoro, hasta el punto de no hacer nada para ocultar su sincera alegría cuando Santoro dejó a Rai.

“Esta es mi opinión”, le explicó a un oyente que, por teléfono, le dijo que no compartía su satisfacción. Y es precisamente en esta frase, "esta es mi opinión", y en la comparación con Michele Santoro, que se basa el artículo de Stella. Y así la enajenación de Forbice se convierte en una nueva oportunidad para hablar de lo que es, o de lo que debería ser, el papel informativo del servicio público, y del derecho de quienes informan a tener una fuerte y clara connotación política.

La opinión de Stella es que así como Santoro “fuerte de formidables ratings, tenía derecho a que la derecha no le zarandeara por sus opiniones, el presentador de Zapping tenía el mismo derecho si se pasaba del otro lado” y que “No puedes tener dos pesos y dos medidas en estas cosas.“. Cierto, pero hay otra pregunta que Stella no hace: ¿es correcto hacer programas abiertamente partidistas en una radio o televisión que se paga con los derechos de licencia de los ciudadanos y que, por definición, debería brindar un servicio público? Advertencia: la libertad de opinión está fuera de discusión pero, cuando se hace un servicio público, la contradicción real (y no meramente superficial) es imprescindible. No fue exactamente así con Tijeras, esperemos que Loquenzi lo haga mejor.

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