Según las previsiones del Banco de España, en el tercer trimestre el país ibérico debería mostrar un crecimiento más débil, casi nulo. El PIB español disminuiría un 0,2% respecto al trimestre anterior, marcando sin embargo un +0,7% en tasa anual.
Sobre la débil economía ibérica pesa el contracción de la demanda interna (-0,8% en el tercer trimestre). Y este descenso es consecuencia de la incertidumbre de las familias, que tienden a consumir menos, los recortes del gasto público y la tendencia a la baja de la inversión inmobiliaria. Sin embargo, la caída de la demanda interna fue compensada por la demanda externa, gracias al "dinamismo de las exportaciones de bienes y del turismo".
Otro dato que pesa en las cuentas de España es el elevado tasa de desempleo que alcanzó el 21,52% en el tercer trimestre, récord desde 1996.
El banco central español considera "imprescindible" adoptar medidas adicionales para demostrar el compromiso de austeridad alcanzado con Europa, so pena de no alcanzar el objetivo de reducir el déficit al 6% del PIB en 2011. La primera lectura oficial del Pil será publicado el 11 de noviembre.
El diferencial entre los bonos españoles y los Bunds alemanes aumenta desde esta mañana y alcanza los 354 puntos básicos (+6,53%).
