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Hacia el Rugby Championship el sábado: los All Blacks siguen siendo favoritos, pero Australia y Sudáfrica están listos

El Campeonato de Rugby comienza el sábado 16 de agosto, en el que se enfrentan Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina en un torneo con zonas horarias importantes. Los negros son favoritos, pero Australia y Sudáfrica están empatados y quieren recoger lo que han sembrado en el trabajo del año pasado. Argentina muy lista para su primera victoria en un partido del Campeonato.

Hacia el Rugby Championship el sábado: los All Blacks siguen siendo favoritos, pero Australia y Sudáfrica están listos

El fin de semana de mediados de agosto será el más caluroso del verano para el mundo del rugby, y la razón es obvia para todos. El sábado 16 de agosto arranca la tercera edición del Rugby Championship, la competición que durante años ha enfrentado a las tres reinas del rugby mundial (Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda) y que desde 2012 acoge también a los pumas argentinos en el ranking de los más difíciles y prestigiosos del mundo. Sí, también está el seis naciones, pero como demuestran las campañas en el hemisferio sur de las potencias europeas el pasado mes de junio, el nivel del Campeonato es otra cosa.

Australia está lejos del pobre desempeño del año pasado, cuando solo logró dos victorias contra Argentina. Sin embargo, desde el último partido disputado contra Pumas, el técnico McKenzie parece haber querido dar una señal con esos 54 puntos anotados tras un torneo de derrotas y pocos puntos anotados. La confirmación llegó en junio del año siguiente, cuando en la serie contra Francia, los canguros sumaron 3 triunfos de 3, entre otras cosas registrando puntos altos en activo y muy bajos en pasivo. Para dar confianza en las posibilidades de este equipo, basta la visión de la proeza del fenómeno Israel Folau, inexpugnable e impecable cuando se coloca en condiciones de estar con el balón en la mano en los espacios adecuados. Las incógnitas en cambio las da la larga fila en la enfermería donde el pilar Moore y el flanker Pocock se perderán todo el torneo, mientras que pilares como Genia, Cooper y Polota-Nau regresarán en diferentes periodos de la competencia.

Nunca en su historia Sudáfrica ha sido tan amplia. Lejos ya del estereotipo de equipo aplanador todo músculo y peso, la selección de Heineke Meyer cuenta con talentos ágiles y rápidos además de técnicamente soberbios como el jovencísimo Serfontaine - ya jugador del año entre los chicos de todo el mundo -, el muy dúctil Willie Le Roux, pero también los veteranos Jean De Villiers, Du Plessis y Jacques Fourie. La juventud y la experiencia siempre han sido la mezcla mágica para el éxito, y Sudáfrica ha mezclado bien los ingredientes, agregando habilidades físicas de laboratorio y habilidades técnico-tácticas envidiables. Para sacudir el vestuario de las gacelas, sin embargo, están las ilustres lesiones que corren el riesgo de dejar fuera solo a Fourie, y al capitán De Villiers.

Los All Blacks son "indiscutiblemente" los favoritos, confiados en un legado de campeones y en una racha ganadora ininterrumpida que cuenta con nueve de nueve victorias entre el Campeonato del año pasado y los partidos de prueba de junio contra Inglaterra. Todo cierto, pero las victorias ante Inglaterra sufrieron mucho, y los equipos de Nueva Zelanda -de donde provienen los All Blacks- lo hicieron mal y mal en el Super14 (el campeonato de clubes entre Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica). Precisamente el enfrentamiento directo en la final de Super 14 entre los dos clubes neozelandeses y australianos más fuertes -Crusaders y Warhatas- que vio a los segundos batir a sus adversarios en una prueba de táctica y carácter. Luego está la grave lesión de Carter, quien sin embargo está bien reemplazado por los jóvenes Cruden y Barrett, y la ausencia mucho más grave de Tony Woodcock, el punto de apoyo del scrum negro para el cual es difícil encontrar un reemplazo digno. 

Luego están las últimas llegadas, los Pumas de Argentina. Desde que ingresaron a la competencia, gracias a la supervisión técnica de Nueva Zelanda y el gurú mundial del rugby Graham Henry, aquellos que alguna vez fueron comparados con Italia en términos de habilidades técnicas y físicas ahora están a años luz del juego italiano y se han adaptado bien en el niveles establecidos en el Campeonato. Testimonio de ello son los numerosos resultados positivos que logró la selección de Hernández en los dos años anteriores. Claro que aún no han ganado, pero pudieron mantener a los All Blacks en un empate, y a los otros contendientes también a estrechar las victorias. Además, el juego argentino es malo competitivamente, y la defensa individual de los pumas suele imponer largas esperas en la enfermería a los contrarios.

Aventurándose pronósticos, sigue siendo imposible negar que los All Blacks siguen siendo los favoritos, aunque con las reservas adelantadas anteriormente, afianzadas por las victorias en todas las ediciones anteriores. Sin embargo, la brecha técnica entre los neozelandeses y los retadores (gacelas, pumas y canguros) parece haberse reducido, y no solo un poco. Sudáfrica sobre todo, pero también Australia, son los contendientes directos en la empresa de desbancar a los reyes del rugby del trono del hemisferio sur, mientras que Argentina está absolutamente lista para reclamar su primera victoria en un partido del torneo. 

Estos son los partidos de la primera jornada: Australia vs Nueva Zelanda en el ANZ Stadium de Sydney, y Sudáfrica vs Argentina en el Loftus Versfeld de Pretoria.

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