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¿Milán, Juve o Nápoles? Final caliente por un lugar en la Champions League

Veredictos decisivos esta noche en la última jornada del campeonato por un puesto en la Champions League: todo dependerá de Atalanta-Milan y Bologna-Juve mientras que el partido en casa del Napoli ante el Verona es más asequible sobre el papel

¿Milán, Juve o Nápoles? Final caliente por un lugar en la Champions League

Veredicto Domingo. Después de esta noche nada volverá a ser igual para Milan, Nápoles y Juventus, llamados a conquistar un lugar en la próxima Champions League, con todo lo que sigue. El problema es que solo quedan dos pases, así que uno de los tres se quedará y verá a los demás celebrar, dándole vueltas a lo que pudo haber sido y lo que no será. Sí, porque a su manera los tres merecían llegar hasta el final para luchar por el gol, unos sumando más puntos primero y otros después, pero en el deporte siempre hay un momento sin retorno, en el que solo cuenta el resultado, y aquí estamos, presentando un último día que promete ser más caluroso que nunca. Todo parecería girar en torno al Atalanta-Milán, dado que, al menos sobre el papel, Nápoles-Verona y Bolonia-Juventus parecen menos inclinados a reservarse sorpresas, aunque el partido del pasado domingo entre Rossoneri y Cagliari debería haberse dado por hecho y en cambio, como todos saben, no lo fue.

Sin embargo, está claro que mucho se decidirá en Bérgamo, entre el equipo de Gasperini, ya clasificado pero con ganas de acabar segundo (tanto por prestigio como por motivos económicos) y el de Pioli, obligado a ganar para no tener que depender de nadie y, sobre todo, no quedarse fuera de la Champions League tras una temporada en la que incluso acarició (durante 22 días) el sueño del Scudetto. “La clasificación final dará los veredictos pero sabemos que, después de haber hablado todo el año de partidos fundamentales, estamos ante el punto de inflexión – explicó el técnico rossoneri -. Ha sido una semana particular, hasta el miércoles hubo desilusión, luego se convirtió en concentración y motivación, una mezcla de sentimientos, tensión incluida. El Milan debe creerlo porque ha demostrado todo el año que es uno de los mejores de la liga, nunca nos hemos rendido y nunca perdimos la fe. El Milán debe creer en ello porque tiene cualidades para ser un gran equipo, pero ahora necesitamos un último esfuerzo”.

Es decir, vencer al Atalanta, misión imposible hasta ahora, al menos con esta dirección técnica: en los últimos tres partidos, de hecho, Pioli solo ha sumado un punto, contra dos derrotas muy duras (5-0 y 3-0). ). Además, la cábala no le sonríe al Milán. La gente de Bérgamo da miedo, aunque la derrota del miércoles en la Coppa Italia ante la Juve demostró que no son imbatibles. “Lamento no haberla ganado, pero la próxima temporada tendremos la Champions League en Bérgamo frente a nuestra afición, estos son los trofeos para nosotros –replicó el director general Luca Percassi, hijo del presidente Antonio–. Pero ahora solo pensamos en Milán y el segundo lugar, Atalanta hará Atalanta…”. Por lo tanto, será una batalla en el Gewiss Stadium, con los nerazzurri jugando el mejor 3-4-1-2 con Gollini en la portería, Toloi, Romero y Djimsiti en defensa, Hateboer, De Roon, Freuler y Gosens en el centro del campo, Malinovskyi detrás. la dupla ofensiva compuesta por Zapata y Muriel.

Problemas en ataque en cambio para Pioli, que además de Ibrahimovic también tendrá que ceder a Rebic, que sufre un problema en el gemelo. El 4-2-3-1 rossoneri verá así a Donnarumma entre los postes, Calabria, Kjaer, Tomori y Hernández en la zaga, Kessié y Bennacer en el centro del campo, Saelemaekers, Diaz y Calhanoglu en la delantera, Leao en ataque. El centro es Bérgamo, pero ¡ay de olvidar Nápoles y Bolonia! De hecho, Maradona y Dall'Ara protagonizarán dos partidos igualmente decisivos, con una sola gran diferencia: los azzurri solo necesitarán ganar para cruzar la línea de meta, mientras que los bianconeri, además de llevarse los 3 puntos, tendrán esperar los resultados de los demás. Una condición nada fácil para Pirlo, que sin embargo, tras ganar la Copa de Italia y recuperar terreno en la liga, mira al futuro con mayor optimismo. “Creemos mucho en eso, después de la derrota ante el Milán estábamos muertos pero nos hicieron levantar de nuevo, junto con nuestros resultados –dijo el técnico de la Juventus–. Pensemos en nosotros mismos intentando ganar y hacer un gran partido, lo importante es no arrepentirnos. En lo que a mí respecta siempre he dado el 100%, estaré en el banquillo con la frente en alto, no creo que mi futuro dependa del resultado del último partido, el club ya lo tendrá tomó su decisión…”.

Probable, aunque muchos empiezan a pensar que la clasificación para la Champions, combinada con la Copa de Italia y la Supercopa, puede dar la vuelta a un destino que parecía ya escrito. La Juve sabe que no sólo dependerá de ella, pero mientras tanto hay que partir de una victoria en Bolonia, ante un equipo sin objetivos que, sin embargo, al menos de palabra, no tiene intención de desplegar la alfombra roja para a ellos. “Soñé que Dybala estaba a punto de lanzar un penalti para la Juve en el 0-0, luego no sé cómo terminó, me despertaron –bromeó Mihajlovic–. ¿Y si lo jugamos todo en un solo juego? Desde cierto punto de vista sí, ganando terminaríamos la temporada en el lado izquierdo de la clasificación lo que significaría mucho para nosotros, era uno de los goles de la temporada. Si de todos modos ganáramos, sería por nosotros, por la ciudad y la afición, no como un favor a los demás”. Incluso en Bolonia, en definitiva, el partido promete ser candente, con Pirlo que se apoyará en el ya canónico 4-4-2 con Szczesny en la portería, Danilo, De Ligt, Chiellini y Alex Sandro en defensa, Cuadrado, McKennie, Rabiot. y Chiesa en el centro del campo, Kulusevski y Ronaldo en ataque.

Clásico 4-2-3-1 también para los rossoblu, que responderán con Ravaglia en la portería, Mbaye, Tomiyasu, Soumaoro y De Silvestri en la zaga, Schouten y Svanberg en el centro del campo, Orsolini, Vignato y Barrow detrás del solitario delantero Palace . Clima final también en Nápoles, donde La Azzurri de Gattuso puede ganar el preciado pase para la Liga de Campeones, siempre que superen al Verona de Juric. Un resultado al alcance, pero sensacional si se piensa en las dificultades de este invierno, en el que muchos hablaban de una temporada de quiebra, atribuible íntegramente al técnico. En cambio, una vez que encontró a sus mejores hombres, comenzó a moler punto tras punto, a pesar de un clima diferente en casa con De Laurentiis que nunca ha cambiado, neto de algunos elogios a través de Twitter. Salvo giros sensacionales, este será el último partido de Gattuso en el banquillo del Napoli y el técnico tiene muchas ganas de terminar con una nota alta, es decir, con una clasificación para la Champions League que le daría muchas satisfacciones, así como un impulso para el la próxima aventura (hablan de la Lazio con insistencia, pero ojo con la Juve).

Para dar en el blanco nos apoyaremos en el tipo 4-2-3-1 con Meret en la portería, Di Lorenzo, Manolas, Rrahmani y Hysaj en defensa, Fabián Ruiz y Bakayoko en el centro del campo, Lozano, Zielinski e Insigne en el trocar, Osimhen en ataque Juric responderá con un 3-4-2-1 que verá a Pandur en la portería, Ceccherini, Gunter y Lovato atrás, Faraoni, Tameze, Ilic y Lazovic en el mediocampo, Salcedo y Zaccagni detrás del solitario delantero Kalinic. La Liga de Campeones será, por tanto, el punto culminante de la noche, con la carrera por el séptimo puesto (la última ganancia en entrar en Europa, aunque por la puerta de atrás de la recién formada Liga de la Conferencia) entre Roma (en Spezia) y Sassuolo (en casa con Lacio) y la celebración del campeonato inter (a las 15:XNUMX contra el Udinese) como guarnición.

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